El Ministerio de Fomento ha presentado el anteproyecto de ampliación de la V-30 cuyo período de alegaciones termina el próximo día 20 de noviembre. La medida más dramática es la eliminación de la entrada a Xirivella desde Valencia por la plaza de España, recientemente reformada. El gobierno xirivellero rechaza el texto porque «vuelve a perjudicar a la población una vez más en diferentes zonas». Los servicios técnicos municipales consideran que la solución del ministerio «es inadmisible» porque incrementa el impacto de las infraestructuras en un municipio que «ya sufre desde hace años el paso de la V-30 o la deficiente conexión con la A-3».

Con la supresión del acceso histórico desde Valencia a Xirivella, la población únicamente dispondría del acceso por la av. Virgen de los Desamparados para acceder a la zona Este del núcleo urbano de Xirivella y quedaría interrumpida la continuidad de la principal línea de transporte público (autobús) que actualmente discurre por plaza de España y que continua por la av. de Camí Nou.

Por otro lado, las nuevas infraestructuras proyectadas afectarían tanto al Barrio de la Luz como a Vicentica la Serrana. En el primer caso, ocupa parte del equipamiento existente junto al polideportivo del Barrio de la Luz con un nuevo carril y en el segundo porque la solución aportada discurre por un ramal más próximo a las viviendas de la plaza de Vicentica la Serrana con los problemas de contaminación acústica e impacto visual que la nueva infraestructura generará.

Otra zona afectada de la población es la av. del Río Turia, donde se proyecta la ampliación de la vía rápida a tres carriles en sentido hacia el puerto, de manera que la vía lenta se desplaza hacia el sur para dejar espacio a la salida de de los dos carriles del paso inferior, ocupándose, por lo tanto, parte de la calzada de la avenida.

«No vamos a permitir que Xirivella pierda ninguna conexión con Valencia. Este proyecto se ha hecho sin pensar en las necesidades de las poblaciones afectadas. Únicamente, prima la solución peor y más barata. Desde el Ayuntamiento nos vamos a oponer por todos los medios a que este proyecto pueda convertirse en una realidad», argumenta el alcalde Michel Montaner. Además, mantendrá reuniones vecinales y con otros ayuntamientos para hacer frente común.