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Los pueblos se replantean cómo crecer

Un estudio dice que Torrent podría llegar a los 100.000 habitantes en 25 años pero el consistorio valora si es conveniente más expansión - Tavernes descarta el PGOU del PP para cambiar de modelo mientras Alboraia quiere reducir la superficie urbanizable

Los pueblos se replantean cómo crecer

Tras dos décadas de expansión en el que los planeamientos urbanos tendían a las reclasificaciones y a la expansión urbana, la crisis y el parón de la construcción, así como algunos cambios de gobierno en los consistorios, han movido a los consistorios a replantearse sus modelos. Una decena de municipios está en proceso de revisión de sus planes generales de ordenación urbana, la mayoría de ellos con el objetivo de reconducir su modelo.

En Torrent, la empresa a la que hace dos años se le adjudicó el estudio previo, ha presentado esta semana en el Consejo de Administración de Nous Espais el informe territorial „el primero de un largo proceso„, que analiza las viviendas potenciales, los recursos hídricos, las afecciones acústicas, la inundabilidad, las infraestructuras, la demografía, la movilidad y el paisaje. El responsable del estudio explicó a los grupos que la ciudad podría crecer hasta los 100.000 habitantes en 25 años.

No obstante, la concejala de Urbanismo Inma Amat indica que «esta cifra sólo responde a un primer estudio y ahora somos la corporación los que tenemos que replantearnos hasta cuánto queremos crecer y si queremos seguir creciendo o estamos ya en el nivel demográfico adecuado». Por su parte, el portavoz de Compromís, Pau Alabajos „cuyos votos dieron la alcaldía a Jesús Ros en junio de 2015„ prefiere un modelo en el que prime la recualificación urbana de lo que ya hay construido, además de la protección y potenciación de la huerta.

En Alaquàs, cuyo consistorio ha batallado durante casi una década para poder aprobar su nuevo PGOU, hasta el punto de que en el proceso lo modificó para cambiar el modelo expansionista por un planeamiento más moderado, el siguiente paso será aprobar las bases para desarrollar un nuevo sector industrial previsto. «Sacaremos a concurso la gestión de ese sector porque queremos disponer de suelo para la instalación de determinadas empresas que, por su tamaño, ahora no podrían. Nuestra intención es reimpulsar los polígonos», explica el concejal de Urbanismo, Juan Antonio Oñate. El desarrollo de este PAI de 400.000 metros permitirá asimismo «recualificar otras zonas de la población» con los aprovechamientos urbanísticos como ampliar l'Albereda Nord. Y en propio PGOU comporta la regeneración del Carreró de l'Esglèsia o de la plaza del Santísimo para corregir el vaciado que se realizó en los años 80 del pasado siglo.

En Catarroja, el nuevo gobierno planea rehacer el plan general del PP, que incluía la macrourbanización Nou Mil·leni, para optar por un modelo de crecimiento más lento y participado por la ciudadanía. Aunque el Tribunal Supremo tumbó el proyecto y, por tanto, el fallo invalidaría el PGOU, el gobierno local espera a que concluye el último proceso judicial que queda en marcha por parte de la promotora para actuar.

En l'Horta Nord, el nuevo gobierno de Tavernes Blanques suspendió hace un año el plan general del alcalde popular por no haber tenido un proceso amplio de participación y proyectar 2.300 viviendas más en su pequeño término. El ejecutivo progresista quiere un modelo más respetuoso con el territorio.

En Puçol, el consistorio inició en febrero el proceso para revisar el PGOU. La intención del gobierno de izquierdas es que sea un documento de consenso de todas las fuerzas políticas y que «tenga en cuenta los puntos de vista de los vecinos, ya que hablamos de una apuesta de futuro que afectará a las sucesivas legislaturas». Desde entonces, las fuerzas políticas y las asociaciones disponen de un dosier que ha sido el punto de partida para la reflexión.

En Alboraia, donde el gobierno del PP proyectó una operación que acababa con parte de la huerta protegida, el nuevo gobierno ha constituido un consejo sectorial de participación de urbanismo, con la presencia de asociaciones y ecologistas. El objetivo es rediseñar el PGOU y analizar otros planeamientos como el PAT de la huerta. De momento se ha reducido la superficie urbanizable y se plantea que la huerta compute como zona verde.

En Meliana, ya en 2014 y con gobierno del PP, el consistorio promovió un plan de participación para estudio del paisaje para el futuro PGOU en el que incluso se contemplaron las sugerencias realizadas por los alumnos del municipio. El actual gobierno ha continuado el proceso.

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