La plataforma antiaérea de la playa del Puig, uno de los elementos más singulares de la línea Inmediata que construyó el Ejército republicano, ha sido demolida. Una empresa contratada por el propio ayuntamiento, que teóricamente tenía que derribar una construcción peligrosa en el mismo solar, la ha destruido hasta no dejar ni rastro, según ha reconocido el gobierno local.
La agresión patrimonial fue descubierta por casualidad hace unos días por el cronista del Puig, Julio Badenes, que años antes había localizado esta plataforma, tras rastrear la zona, basándose en los testimonios orales de los mayores, entre ellos su padre. La perdida del elemento se produce justo después de que el Puig aprobara unirse a la red de municipios que ha impulsado el Ayuntamiento de Riba-roja para inventariar, catalogar, proteger y poner en valor toda la línea de fortificaciones defensivas de la Inmediata.
Según el concejal de Obras Públicas Vicent Porta, en el mismo solar donde estaba la plataforma, situado entre dos conjuntos de edificios, existía también una construcción en ruinas que entrañaba peligro. «Después de requerir en diversas ocasiones al propietario que la demoliera, el ayuntamiento decidió hacerlo con sus medios y cobrarle los gastos», indica el edil. Y en esta ejecución subsidiaria, la empresa contratada, a la que no se le había notificado la existencia de la plataforma, «debió derribarla por error», añade. Porta asegura que lamenta la pérdida «por un descuido o por no haber tenido la vigilancia suficiente» aunque asegura que «no ha habido mala intención».
Este edil afirma que, a raíz del hecho, «se ha dado orden a la Policía Local para que rastree todo el término y detecte estas construcciones, con el objetivo de inventariarlas para que no vuelva a ocurrir una cosa así, no por culpa nuestra ni de un particular». El Puig tiene en su término diez núcleos „la playa, la zona litoral-marjal, la marjal, la pedrera, el calvario, la montaña de la Patà, las inmediaciones de la Cartuja, distintos puntos de la huerta, el Cabeç Bord y el Cabeçolet„ donde se localizan más de 100 elementos defensivos construidos por el Ejército republicano en la Guerra Civil, entre ellos trincheras, refugios, búnkeres, abrigos, nidos de ametralladoras y otros. Los situados en la montaña de la Patà fueron puestos en valor hace años y pueden visitarse.
El cronista del Puig, Julio Badenes, ha criticado la destrucción porque «cuando desaparece el patrimonio es irrecuperable y ya no tiene esa función tan importante de hacernos reflexionar y repensar el futuro. Si escondemos o destruimos la historia, nos quedamos sin referentes para encarar el futuro». Badenes ha recordado que la plataforma pesaba varias toneladas porque «era una construcción de hormigón puro de cinco metros por tres y un metro de alto, que se edificó para soportar los cañones». El experto espera que la pérdida «sea un toque serio de atención para el Puig y el resto de pueblos de la Inmediata para que no vuelva a pasar».
Por su parte, el fotógrafo José Aleixandre, miembro de la comisión de expertos de la agrupación de ayuntamientos de la Inmediata, ha lamentado «la desaparición de un elemento muy valioso porque sólo se construyeron dos plataformas de artillería naval en Valencia „la otra también está en el Puig„ y ahora hemos perdido una». Aleixandre ha apremiado a la Generalitat Valenciana «a aprobar y poner en marcha la ley que ha de proteger este patrimonio» y a los pueblos de la línea «a inventariar lo que tienen y protegerlo como Bien de Relevancia Local, porque este tipo de cosas no pueden pasar, y más en el año en el que vamos a firmar la constitución de la red de ayuntamientos de la Inmediata».
Esta línea fue construida por el Ejército republicano a partir de 1938 entre el Puig y los Carasoles „en Riba-roja y Manises„ como defensa de Valencia ante un posible asedio de las tropas rebeldes franquistas, que nunca llegó a producirse ya que la guerra acabó antes de entrar en la ciudad.
