El Ayuntamiento de Museros aprobó el pasado agosto un reglamento que permitía el cierre de caminos rurales para evitar los robos en los campos. Se trataba de instalar una especie de barrera —basculante o abatible— al prinicipio del camino y cerrarlo con llave. El problema es que cada agricultor debía costear todo el sistema, desde la puerta a la viga y el candado. Se estima que el dispendio podía rondar entre los 300 y los 400 euros. La alcaldesa confirmó ayer que el «proyecto de vallado no llegó a realizarse por falta de partidas, ya que depende de cada propietario». a. c. museros