Carlos empezó el lunes su trabajo como vigilante de los campos de Museros. Tras reunirse con el jefe de la Policía Local, durante cinco horas recorre el término con su vehículo en busca de las «colles» que trabajan en la recogida de cítricos. Tras presentarse, les pide el Documento de Acompañamiento y Trazabilidad Agraria (DATA) que ha de llevar el responsable de los «collidors», que incluye datos sobre la empresa para la que trabajan y de la parcela en la que han de recoger las naranjas. Ayer, ninguno de las dos DATA que inspeccionó ayer venían firmados, por lo que advirtió que el camión no podría marcharse hasta que el contratista firme el documento. En caso de que se demostrase que la recolección se estaba haciendo sin permiso, Carlos avisaría a la Policía Local para que interviniera. Lejos de molestarse por este control, Roberto, responsable de una de las «colles» se mostraba ayer agradecido. «Aquí ha habido mucho mal, ya tocaba que hicieran algo».
