Varias entidades y empresas de Alboraia partidarias de Marenostrum Xperience, cuya celebración se ha anunciado en Port Saplaya entre los días 2 y 10 de julio, han solicitado una reunión con el secretario autonómico de Turismo y director de la Agencia Valenciana de Turismo, Francesc Colomer, para trasladarle «los beneficios y el impacto turístico que supondrá la celebración del festival para la localidad y para la Comunitat Valenciana en general».

Estas 36 entidades y comercios „entre los que se encuentran, según aseguran en un comunicado, más del 80 % de los comercios de Port Saplaya„, consideran que se trata de una cuestión «de interés general, algo por lo que debe regirse la vida de cualquier municipio». «Un interés general que se basa en el carácter cultural del evento, que reunirá en Alboraia a algunos de los más prestigiosos artistas internacionales de música dance, pero también en el impacto turístico que exportará a cientos de miles de seguidores de esta música la imagen de la localidad sin olvidar un beneficio que supondrá para el sector agricultor», añaden.

Los comerciantes aseguran en su comunicado que la facturación de comercios, hoteles, inmobiliarias y locales de restauración se incrementará más de 2 millones de euros durante la primera semana de julio, y destacan que ya se ha confirmado la asistencia de más de 16.000 personas que han adquirido el abono. «La organización ya ha comunicado a estas asociaciones que de esos 16.000 abonos, 1.049 han sido regalados a vecinos de Alboraia dentro del marco de colaboración y compromiso del festival con el municipio, cuyos vecinos recibirán más abonos para acudir de forma gratuita al festival», añaden. También aseguran que se crearán «más de 600 puestos de trabajo que serán ocupados en su mayoría por personas de Alboraia».

«Todos estos motivos serán expuestos una vez la Agencia Valenciana de Turismo, claro defensor del interés general en esta clase de celebraciones, se siente a la mesa con esta importante representación del motor cultural, económico y social de Alboraia», concluyen los comerciantes.