El equipo de Gobierno manifestó su «sorpresa» por «la reivindicación del regreso de las denominaciones de calles con personalidades franquistas» en la cabalgata, «que nada tiene que ver con la crítica y la sátira, sino com una exaltación del fraquismo sin ingenio ni gracia». El ejecutivo, como «institución pública que debe velar por el cumplimiento de la ley», estudiará si la manifestación de Sant Antoni «vulnera la Ley de Memoria Histórica» y si «es posible que este tipo de manifestaciones la inhabilite para recibir subvención público». El gobierno también lamenta que «se aprovechen de la inocencia de niños».