La ciudad de Torrent ha vivido una larga noche de "cremà" de los monumentos que habían plantado las 29 comisiones, que se ha prolongado hasta bien entrada la madrugada. La desaparición entre las llamas de los dos monumentos ganadores de los primeros premios de la sección especial -los de las fallas Avinguda, en infantil, y Ramon i Cajal, en grande- provocó la emoción y las lágrimas en las falleras mayores.

La "cremà" se realizó escalonada ya que inicialmente ardieron los monumentos infantiles y posteriormente los grandes. Pero además, las fallas que necesitaron de la presencia de bomberos, se fueron quemando de forma alterna, en un ritual precedido de fuegos artificiales, por lo que la ciudad ha vivido una especie de "nit del foc".

La fallera mayor infantil de Torrent, Paula Giménez, acompañó a su homóloga de Avinguda en el momento de la "cremà" y las imágenes captaron a ambas niñas llorando mientras el fuego acababa con la creación que el jurado consideró la mejor de este año. Por su parte, la fallera mayor de Torrent, Carmen Sirvent, hizo lo propio con la comisión que ganó el oro en los monumentos grandes, y se desplazó hasta el barrio de l'Ermita para vivir la "cremà".

Este es el procedimiento que establece la Junta Local Fallera para ambas desde que, a causa de la crisis, se anularon los monumentos municipales que plantaba y costeaba el ayuntamiento. En una primera valoración de la velada, fuentes municipales indicaron que se desarrolló sin incidentes, a falta de tener los datos globales. Esta misma mañana el concejal de Fiestas, Alfred Costa, ha explicado que, excepto algún retraso dentro de lo normal, la velada se desarrolló sin problemas y el operativo de limpieza ha trabajado toda la noche para poner la ciudad a punto.