La comisión Sant Valerià cerró anoche el ejercicio con una 'mascletà' nocturna mayor que la del año pasado para poner el fin de fiesta a la nit de la cremà. La empresa Piroquiles, de Vicente Caballer, disparó a la 1.45 horas mayor cantidad de pólvora y un terremoto final dividido en tres fases, dos grandes filas inferiores y una superior que fueron el preludio de un fuego aéreo que duplicó su cantidad para sorprender a los presentes.

Un golpe final sorpresa fue el broche de oro a un ejercicio plagado de primeros premios como el de LLibret, la Cabalgata del Ninot, la Crítica local, el monumento grande en primera, el galardón de ingenio y gracia, y otros, hasta superar la treintena de palets.

El espectáculo, diseñado por el presidente de la comisión, Miguel Ángel Atienza, estaba pensado expresamente como homenaje a todo los falleros de la comisión, que con su esfuerzo han hecho posible este año, según el comunicado que la propia falla emitió.

Sant Valerià explicó que realizaba "un gran esfuerzo" para "potenciar los espectáculos pirotécnicos en la última noche del ejercicio como homenaje al barrio, a sus representes, comerciantes y vecinos".