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Aldaia

Un plan para acabar con la soledad de los mayores

Aldaia contrata a mujeres desempleadas para hacer compañía a personas ancianas que están solas -Un estudio municipal ha revelado que el principal problema de los vecinos de más de 80 años es la soledad

La acompañante, la anciana, el alcalde de Aldaia y la cuidadora (de izquierda a derecha). m. a. montesinos

Ofrecer compañía a las personas ancianas como fórmula para prevenir otros problemas. Éste es el objetivo del programa que acaba de implantar el Ayuntamiento de Aldaia entre los mayores de la población, a raíz de realizar un estudio previo para establecer un diagnóstico de este colectivo. A través de la iniciativa se ha contratado a tres educadoras, en la primera fase, y a otras seis mujeres desempleadas con escasos estudios -han sido formadas por el propio consistorio-, en la segunda, que realizan acompañamientos a un total de 40 mayores.

El programa ha sido impulsado por el área de Atención a las Personas, que es competencia de la edila Empar Folgado, y enlaza con otras iniciativas que los socialistas ya impulsaron en la anterior etapa de gobierno. La directora del área, Amelia López, explica que «se trata de planificar de forma activa las políticas sociales y no esperar a que las personas vengan a pedir, sino innovar y avanzarse».

La iniciativa arrancó con un estudio de la situación de los mayores que viven solos o con su pareja en dos tramos de edad, a partir de los 90 años, y de 80 a 90 años. Ahora se trabaja en la franja que va desde los 70 a los 80 años. Globalmente supone una población de unas 1.500 personas. Se buscaba detectar situaciones de pobreza energética, viviendas inapropiadas o falta de prestaciones.

El estudio se realizó entre diciembre de 2016 y enero de 2017 por las tres educadoras contratadas, en visitas a todas las casas. La principal conclusión es que «en general las personas mayores están bien y tienen las viviendas en condiciones». Suelen tener ingresos inferiores a 1.000 euros y subsisten porque no tienen que pagar hipotecas o alquileres de los pisos. «Pero si han de reformarlos para adaptarlos, se encuentran con dificultades para afrontar el gasto».

Además, se ha constatado que el 90 % de las personas ancianas son atendidas por mujeres de la familia, que en muchas ocasiones han de compaginarlo con su trabajo, y los menos casos cuentan con ayuda externa pagada por horas o a tiempo completo.

No obstante, las visitas revelaron situaciones puntuales que han sido derivadas a evaluación de dependencia, ayuda a domicilio o al programa municipal «Menjar a Domicili» por el que el propio consistorio les ofrece un catering elaborado en la cocina municipal. Y sobre todo, permitieron descubrir una franja de población que se siente sola o tiene problemas de acompañamiento en determinadas horas del día.

Como consecuencia, en el mes de marzo, el consistorio ha iniciado el plan de acompañamiento, que realizan seis mujeres. «Se ha adaptado a la realidad de cada mayor y de cada familia. A algunas casas van dos horas al día y a otras van una tarde entera porque sirve de respiro a sus cuidadoras habituales. En algún caso acuden durante el fin de semana», explica el alcalde, Guillermo Luján. El acompañamiento se realiza en las casas o en la calle, «para ir al médico, a pasear o a misa», según prefieran los usuarios.

El programa se ha puesto en marcha con los planes de empleo en los que participan el resto de administraciones públicas, que el consistorio ha suplementado con más de 300.000 euros para que cubra hasta septiembre. «Dados los buenos resultados en las primeras semanas, este recurso se va a mantener y ya estamos trabajando en la fórmula administrativa para ello», añade Luján. El consistorio optó por contratar mujeres desempleadas sin formación «porque también son el sector más vulnerable». Para desarrollar el plan, han recibido una formación básica en cuidado de ancianos, movilidad, cuestiones de privacidad o precauciones que han de adoptar. «Por estas cosas vale la pena estar en política», concluye el alcalde de Aldaia.

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