La factura que deja el pavoroso incendio ocurrido hace más de noventa días en una manzana de la fase 2 del polígono industrial Fuente del Jarro, en Paterna, es económica, pero también humana. El fuego, declarado en la empresa química Indukern aquel 8 de febrero, se llevó por delante cinco naves, con los correspondientes negocios y los empleos de decenas de trabajadores.

El conseller de Economía y Hacienda, Vicent Soler, mostró en durante su respuesta una pregunta formulada por Ciudadanos en las Corts su predisposición a que la Generalitat «favorezca a las empresas afectadas la oportunidad para que vuelvan a su funcionamiento lo antes posible» pero recordó que en materia laboral las competencias son del Gobierno, a través del INEM y el Fondo de Garantía Social.

Soler detalló durante su intervención que tres empresas son las que formalizaron Expedientes de Regularización de Empleo para sus trabajadores. Caselli, firma de productos de limpieza para su venta en droguerías y grandes superficies, fue la peor parada por el fuego y solicitó la extinción total de los contratos de media docena de empleados.

Las otras dos firmas que presentaron expedientes de regularización fueron Creaciones Arppe, afectando a 24 trabajadores y La Cuina - Picken Gourmet, con 53 empleos. En ambos casos, explicó el conseller, se trata de expedientes temporales por un periodo máximo de 365 días, a contar desde el mismo día en el que se declaró el incendio.

Arppe, fabricante y distribuidor de accesorios para mascotas, tuvo la fortuna, si así podría decirse, de que el cordón policial desplegado por el fuego impidió la entrada a su nave de un camión cargado de material. El vehículo fue conducido a otros dos recintos, que actuaban de almacén en la zona de Táctica. Allí retomaron la actividad y les permitió ir poco a poco volver a contratar a parte de los empleados afectados por el ERE.

Indukern mantiene su plantilla

Por su parte, Indukern, donde se originaron las llamas cuando un operario manipulaba o realizaba un trasvase de productos químicos, no se ha acogido a expediente de empleo. El equipo comercial y técnico fue reubicado en unas oficinas cercanas, mientras que parte del personal de planta sigue trabajando en la pequeña zona que no se vio afectada por el fuego y otro grupo de operarios se va trasladando semanalmente, de manera rotatoria, a otras instalaciones que la compañía tiene en el municipio barcelonés de Sentmenat.

Un sexto negocio que resultó parcialmente afectado fue Artesanía Aitana. El fuego destruyó una de sus dos naves pero ha mantenido plantilla y actividad en la que se salvó de las llamas y en otra cercana que servía de almacén.