La entidad ACR Constantí Llombart de Valencia, a través de su presidente Antonio Martín Segovia, ha mostrado su "profundo pesar" por la puesta en venta de la casa donde residió Antonio Machado en Rocafort, que hasta hace poco albergaba bodas y banquetes. La asociación considera que es "una gran oportunidad para que la Generalitat Valenciana, en colaboración con otras instituciones y el propio Ayuntamiento de Rocafort, procedan a iniciar negociaciones para adquirir tan singular villa de recreo y descanso".

Martín Segovia recuerda que con la reciente modificación de la Ley de Patrimonio Cultural Valenciano se extiende la figura de Bien de Relevancia Local a "los espacios relevantes que utilizaron personajes importantes de nuestra historia durante el período de guerra de 1936 a 1939". Por ello, Villa Amparo goza ya de protección legal una vez sea incoado Bien de Relevancia Local.

Para la ACR Constantí LLombart, la casa sería "un espacio idóneo, un marco excelente para que albergase una exposición permanente y talleres didácticos vinculados a la obra y vida del poeta sevillano, así como otro tipo de actividades culturales, educativas, talleres, seminarios... que den cabida y cobijo a nuevos creadores".

Su presidente insiste en que desde 2015, Rocafort forma parte de la Red de ciudades machadianas y será su capital en 2018 "lo cual exige un compromiso y apoyo institucional visible y destacado con las personas que mantienen viva la memoria y obra a través de la web Machado en Rocafort.

"Rocafort y los valencianos nos merecemos que esa recoleta y hermosa finca residencial, donde vivió el comprometido escritor sevillano, pueda convertirse en un espacio público, a fin de que puedan desarrollarse actividades artísticas y educativas de calidad, tanto para disfrute y beneficio de los habitantes de ese pueblo como para cualquier visitante foráneo. No hace falta insistir en que Villa Amparo conserva un maravilloso jardín de sabor mediterráneo, algo que conceda mayor valor a nuestra propuesta, que deseamos valoren las autoridades competentes con la debida serenidad y rigor", concluye la ACR.

Como ya publicaba Levante-EMV hace unas semanas, al informar de la venta de la casa, Villa Amparo es una de esas residencias que nacieron a finales del XIX y principios del XX, al amparo del boom del veraneo burgués. Rocafort, Godella o Nàquera se convirtieron en el espacio perfecto para gente adinerada donde edificar una segunda residencia para pasar los meses de estío. La casa principal, con unas dimensiones que bordean los 500 metros cuadrados, ocupa el centro de una parcela ajardinada que supera los 3.000 metros.

Según la descripción de la inmobiliaria que la vende, la villa está dividida en dos alturas, con predominio de la decoración en azulejo. La planta baja cuenta con seis habitaciones, tres de orientación este, y otras tantas al oeste. El piso superior, considerado el principal, alberga tres estancias que comunican por una gran terraza-balcón con vistas al mar, más otros dos cuartos encarados a la montaña. Entre esos cinco departamentos, figura el salón con un mirador con vidrieras clásicas de colores. Además, tiene cocina y dos baños. Los últimos años, Villa Amparo funcionó como restaurante y para la celebración de banquetes y eventos. Por ello, en la parte exterior existen varias carpas con salones, cocina industrial y aseos. La licencia de actividad está vigente, según el portal inmobiliario.

La entrada está flanqueada por dos robustos pilares que sujetan una gran puerta de madera de dos hojas, que en la parte superior tiene dos vacíos con rejas. El perímetro está formado por un muro bajo y enrejado. La zona ajardinada alberga diferentes especies, que junto con el tipo de construcción, recuerda a las villas italianas del renacimiento.

Tras estallar el conflicto bélico, el Socorro Rojo y el Quinto Regimiento se incautaron de un buen numero de lujosas residencias en Rocafort y Godella para acoger a personalidades que huían del centro del país. Machado fue uno de ellos. La idea inicial era que se instalará en la Casa de la Cultura, en València, pero los problemas de salud que sufría el escritor decantaron la balanza por el sol y el aire fresco de Villa Amparo. Corría noviembre de 1936, y al poeta le acompañaron quince miembros de su familia, entre ellos su madre y todos sus hermanos.

Poca relación social con el pueblo

Cuenta Monique Alonso, autora de Antonio Machado, el largo peregrinar hacia el mar, que durante la estancia del sevillano en l´Horta Nord, apenas se relacionó con el vecindario, al contrario que su cuñada y sobrinas, y salía pocas veces de casa. Recibía visitas de escritores e intelectuales y en puntuales ocasiones viajaban en trenet hasta la capital de la República. En cambio, su producción literaria fue prolífica,aprovechando la soledad nocturna y las vistas privilegiadas a la huerta. Escribió poseía, con elogios al lugar, pero también artículos de prensa, al iniciar su colaboración con La Vanguardia y Fragua Social. En abril de 1938, meses después de que lo hubiera hecho su familia, Machado abandonó Rocafort en dirección a Torre Castanyer, antes de morir en 1939 en Colliure, donde está enterrado.