El nombre de la Protectora de las Mujeres Trabajadoras, Juana María Condesa Lluch brilla ya sobre la placa de uno de los parques de Burjassot. «Yo y todo lo mío para las obreras» fue uno de los lemas que animó la vida de esta religiosa valenciana, fundadora de la congregación Esclavas de María Inmaculada, que desde bien joven se interesó por la protección de las personas más necesitadas.
Juana María dedicó su servicio, fundamentalmente, a las mujeres trabajadoras dada la precariedad de sus condiciones laborales en las fábricas de seda, tabaco y En el caso concreto de Burjassot, las actividades de Juana María se remontan a principios del siglo XX cuando adquirió una «cantereria» que ocupaba el terreno de la actual iglesia y colegio de la Natividad de Nuestra Señora.
El alcalde, Rafa García, manifestó que «fue fácil dar apoyo a esta propuesta de un barrio obrero; esto es lo que hace pueblo, lo que hace barrio, apoyar a la gente trabajadora». Con estas palabras, García aludía a la moción que, a instancias de 14 colectivos y numerosos vecinos bajo la coordinación de la Hermandad de Jesús de Medinaceli, el pleno aprobó en noviembre de 2015 para bautizar el parque junto a la «canterería» con el nombre de Juana María.
Por su parte, el párroco de la Natividad, Miguel Ángel Vives, destacó que «la actividad solidaria de Juana María no sólo es algo del pasado, sino también de ahora» como demuestran los colectivos que «recogen la antorcha».
