El Ayuntamiento de Torrent acometerá en los próximos días un plan de recambio de luminarias de su alumbrado público con el objetivo de reducir un 65% el consumo energético y, con ello, tanto la factura de la luz como la contaminación. Tal y como ya anunció el consistorio en su día, la medida afectará a unas 11.000 farolas de las calles de la ciudad.

Según el plan elaborado por el ayuntamiento, se trabajará a un ritmo medio de 450 farolas por semana. De esta manera en 22 semanas desde el inicio de la reposición habrán finalizado estos trabajos que permitirán un ahorro estimado respecto al recibo actual de unos 2.000 euros al día y la reducción del 65% del consumo global.

Fuentes municipales indican que la reducción del consumo y el coste implicará un retorno de la inversión que se realice a corto plazo, ya que l coste de la instalación se financia directamente a partir del ahorro adicional generado (14,67%).

Además, las más de 11.000 farolas de la ciudad contarán con la tecnología de telegestión, infraestructura base para la implantación del Plan Director Torrent Smart City siendo una de las primeras ciudades en tener completamente implantada esta tecnología. "Cada punto de luz nos dará información a tiempo real sobre cualquier incidencia, esto nos permitirá ser más eficientes tanto en el ahorro como en la calidad del servicio, ya que en el momento en que uno de esos puntos falle, ya estaremos al corriente de la avería para solucionarla lo antes posible", indica Andrés Campos, concejal de Gestión de Recursos y Modernización.

Esto se traduce en la regulación independiente de la potencia y del encendido y apagado según las necesidades reales de cada punto de luz, mejora de la vida útil de las luminarias y reducción de costes en tareas de mantenimiento, mediante la gestión de alarmas en tiempo real para la sustitución de equipamiento averiado.

A todo ello se suma la posibilidad que ofrecerán los nuevos puntos de luz de ser un punto de conexión para aplicaciones como Wifi, sistemas de medición de la calidad del aire o cámaras con sensores que permiten adaptar de forma automática la iluminación pública a las condiciones meteorológicas o de tráfico.