El camino paralelo al Barranc del Carraixet en Alboraia es una zona muy concurrida para andar, ir en bicicleta o incluso a caballo. El paseo, entre la huerta y la carretera, es tranquila para desplazarse y hacer excursiones.
Sin embargo, a pesar de las buenas condiciones que aclimatan el espacio, existe un punto negro del que los vecinos se quejan: Las vías del metro que atraviesan el barranco entre Alboraia y Almàssera. A esta altura, los viandantes, ciclistas y jinetes, han de interrumpir la travesía por este obstáculo. «Paso, por lo menos, tres veces por semana por este camino, es muy tranquilo y no tiene sentido que la vía esté en medio, rompe el paseo», explica un ciclista que frecuenta, semanalmente, el camino de «l´horta».
Además, los usuarios también denuncian que es un tramo peligroso. «No hay ninguna seguridad, ya que has de atravesar las vías corriendo el riesgo de que pase el metro», apunta un vecino que suele pasear con su caballo. «¿Cómo sigo el paseo con mi caballo si tengo que estar pendiente de si viene el metro?», se pregunta. «Si el animal se entretiene o se sobresalta, puede caer a la acequia».
Como solución, los que frecuentan la zona proponen instalar una malla que no moleste al tren y con la que las bicicletas puedan seguir su ruta, un semáforo que avise y reduzca el riesgo de atropello al paso del ferrocarril o, por último, acondicionar un túnel inferior que permita seguir el camino. «No es necesario que el ayuntamiento desembolse una inversión muy potente, pero es necesario arreglar este tramo, muchos somos los que lo utilizamos y lidiamos con las dificultades de paso», concluyen.
