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Fallas

La Fiscalía investiga a la JLF de Picassent por malversación y falsedad documental

El Tribunal de Cuentas remite al ministerio público la auditoría de los ejercicios desde 2013 a 2016 al detectar un agujero contable de más de 8.100 euros - El ayuntamiento ya ha comunicado a la directiva fallera que deberá reintegrar el dinero

Este asunto ha creado un gran revuelo entre las ocho comisiones que integran la JLF de Picassent. a. p.

La Fiscalía investiga a la Junta Local Fallera de Picassent por un posible delito de malversación de fondos públicos, después de que el Tribunal de Cuentas le remitiese la auditoría realizada desde el 2014 hasta el 2016 que revela la desaparición de 8.160 euros entre facturas falsas y no justificadas.

Fue el propio Ayuntamiento de Picassent, quien pidió la auditoría después de que en el pasado ejercicio cambiase la directiva de la Junta Local Fallera y comprobase ciertas irregularidades en las cuentas heredadas además de una extensa deuda.

El informe solicitado corroboró las sospechas del gobierno local de una presunta malversación de fondos públicos llevada a cabo por los miembros de dicha Junta Local durante los ejercicios 2014-15 y 2015-2016,que fue trasladado al Tribunal de Cuentas, único órgano competente para determinar la existencia de responsabilidad contable. Una vez examinado, el Tribunal de Cuentas sí ha visto indicios de un posible delito de malversación de fondos públicos y ha remitido el informe a la Fiscalía quien ha decidido admitirla a trámite y abrir una investigación.

Facturas falsas y sin justificar

Según fuentes consultadas por este periódico, la auditoría revela que se realizaron facturas falsas por un valor de 4.057 euros, y otro montante similar en facturas no justificadas, ascendiendo la deuda a 8.160 euros. La JLF de los ejercicios 2014-15 y 2015-16 se expone así a ser condenada no solo por malversación de fondos públicos sino también por falsedad documental.

Teniendo en cuenta que la JLF se nutre exclusivamente de la subvención de 10.000 euros anuales concedida por el consistorio, estas irregularidades determinan que se haya de iniciar un procedimiento de reintegro inmediato. Así lo ha comunicado ya el consistorio a la Junta Local fallera en una reunión mantenida hace unas semanas. A su vez, la JLF realizó una reunión la pasada semana para explicar la situación a las ocho comisiones falleras de la localidad.

Hay que tener en cuenta que la Junta Local Fallera de Picassent está endeudada, ya que además de la deuda arrastrada por la pasada directiva, este año el ayuntamiento suspendió la subvención que le otorgaba asumiendo él directamente los costes producidos durante el pasado ejercicio. De tal forma, el procedimiento lógico es que la JLF se declare insolvente y por tanto no pueda pagar los cerca de 8.000 euros que le pide el ayuntamiento.

Si esto ocurre, como todo hace indicar, esta obligatoriedad de reintegro pasa a los responsables subsidiarios, es decir a todos aquellos miembros de la directiva de la JLF desde el 2014 hasta el 2016 que tenía potestad para firmar cualquier factura o documentación.

Un asunto que está creando malestar entre las distintas comisiones así como entre los integrantes de aquella directiva, ya que muchas personas que formaron parte de aquella JLF aseguran no tener conocimiento de dichas facturas, que ahora van a tener que pagar.

De momento los afectados no han establecido tomar ninguna medida conjunta, pero algunos de ellos ya están estudiando la posibilidad de acudir al juzgado por cuenta propia.

Esta situación no solo afecta a la JLF implicada sino también a la actual, que ve como no puede funcionar libremente a la hora de la organización de eventos falleros puesto que el Ayuntamiento de Picassent ha decidido seguir manteniendo «congelada» la subvención anual que se otorgaba a este organismo hasta que se resuelva el caso.

Al igual que en el ejercicio pasado, es el propio Ayuntamiento de Picassent el que asume directamente los gastos, para así llevar un control exhaustivo de las cuentas de la actual JLF, que intenta que este asunto no haga modificar la agenda de una fiesta muy arraigada en la localidad de l'Horta Sud que cuenta con ocho comisiones.

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