Los vecinos de Port Saplaya han denunciado ante el Ayuntamiento de Meliana que una parcela de su término municipal emite un fuerte olor debido a su actividad. «Viene muy mal olor desde esa zona e inunda nuestras casas en Port Saplaya», explica una vecina. «Cuando hace poniente es insoportable», apunta.
En un principio, los afectados argumentaron que se trataba de una práctica de quema de residuos animales y así lo hicieron saber al consistorio de Meliana, quien remitió un escrito a conselleria. En este sentido, el alcalde de la localidad, Josep Riera, explicó a este periódico que en el momento que recibieron la denuncia ciudadana iniciaron los trámites de resolución con conselleria. El escrito remitido a Territorio detallaba la existencia de un terreno propiedad de un particular en el que se estaba realizando una actividad sin licencia dentro del Plan General de Ordenación Urbanística y pedía el «restablecimiento de la legalidad» por medio de un permiso que licitara las actividades con una Declaración de Interés Comunitario (DIC).
A pesar de que en un principio vecinos y ayuntamiento creían que era una parcela destinada a la incineración de residuos, la conselleria ha detectado que se trata de un espacio de almacén y distribución de abonos orgánicos de origen animal.
Así, Territorio ha abierto expediente y ha comenzado el proceso para reestablecer la legalidad dentro de la ordenanza urbanística, es decir, cesar la actividad. Según el alcalde, como el propietario no realizó los trámites para solicitar el DIC, conselleria respondió con un plazo para cesar las actuaciones o solicitar la documentación para evitar la sanción.
Finalmente, desde la dirección general del Cambio Climático se ha constatado que se almacena abonos en la parcela para, posteriormente, destinarlos a uso agrícola. Por ese motivo, han estimado oportuno remitir la denuncia de este caso a Agricultura, al requerir la actividad de la Sandach, un permiso sobre animales y derivados.
