La comarca de l´Horta tiene enormes potencialidades tanto por su estructura económica como por sus valores ambientales, patrimoniales, culturales y asociativos, entre otros. No obstante, muchos de ellos quedaron «estancados» por la grave crisis económica que se inició en el ejercicio 2008. Proyectar el futuro de la comarca implica volver a activar todas aquellas potencialidades y adaptarlas a las nuevas demandas para volver a reimpulsar la economía.

Esta es la principal conclusión del «Diagnóstico Territorial de l´Horta Sud», impulsado por la Mancomunitat intermunicipal, a través del ACCO, en el que participan algunas agrupaciones empresariales y los sindicatos. El estudio fue presentado ayer por el presidente de la Mancomunitat, Carlos Fernández Bielsa, quien animó a todos los sectores a mirar el futuro con optimismo, a pesar de algunos parámetros, y a trabajar conjuntamente.

L´Horta Sud se compone de veinte municipios donde residen 454.000 personas, según los datos de 2016, lo que significa el 17% de la provincia. Hasta la crisis de 2008, tenía la mayor tasa de industrialización de la Comunitat Valenciana, representada en sus 60 polígonos. La microempresa ha sido el ejemplo de la estructura industrial. En las últimas dos décadas, han aparecido grandes superficies comerciales en polígonos o espacios similares.

No obstante, l´Horta Sud ha entrado en el siglo XXI con un «paisaje industrial en decadencia» y habiendo perdido gran parte de su músculo financiero (de las tres entidades comarcales, el estudio señala que sólo pervive como tal Caixa Popular). Sus viejos polígonos con infraestructuras precarias y una hipersegmentación del suelo compiten hoy con nuevas áreas empresariales, que han sido planificadas partiendo de las demandas actuales, de distribución del espacio y de tecnología.

«El resultado ha sido una inadaptación al nuevo modelo económico que una la producción, la distribución y comercialización, con un fuerte peso del sector logístico», es una de las conclusiones del estudio.

La fuerte caída del empleo en la industria, a raíz de la crisis, no ha podido recuperarse. El desempleo incide hoy especialmente en los mayores de 45 años, que representan el 50% del total y la brecha es aún mayor en las mujeres. También el mercado laboral retrasa la incorporación de jóvenes menores de 25 años.

Aunque desde el año 2015 se está produciendo una recuperación de las contrataciones, las agencias de desarrollo local han alertado a los redactores del estudio de la precarización tanto por la temporalidad como por la parcialidad. La digitalización de los procesos también hace más difícil que las personas desempleadas sin formación tecnológica accedan a un empleo.

Entre las conclusiones del estudio está la necesidad de «contar con un apoyo propio» para ambos sectores «con una importante participación municipal» ya que al ser los consistorios las administraciones más cercanas, conocen con mayor profundidad el perfil social de su población. Además, se recomienda un plan de actuación contra el abandono escolar.

También se insiste en la necesidad de mayor coordinación con la Universidad, aprovechando, entre otros la implantación del centro Florida en la comarca o la red de la ciudad de Valencia. Y en el plano de transferencia tecnológica, el diagnóstico apunta la posibilidad de impulsar un vivero tecnológico en uno de los polígonos de pequeño tamaño «que pueda ofrecer posibilidades ventajosas para la creación de economías del conocimiento».

A la presentación del estudio acudieron ayer también el técnico responsable de su elaboración, Eduardo Amer, del Instituto de Estudios del Mediterráneo (Imedes), así como representantes sindicales y empresariales.

El presidente de la Mancomunitat indicó que la institución ya lleva un año trabajando en la línea que marcan los indicadores, con cursos de alfabetización digital, itinerarios personalizados y avance en mancomunar servicios, que se verán reforzados ahora en base al estudio.