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Urbanismo

Alboraia regula el uso de bicicleta en la playa para evitar conflictos

El consistorio restringe el paso de ciclistas en una franja «por el peligro que generaban» y establece un espacio compartido en el paseo de la Patacona

Alboraia regula el uso de bicicleta en la playa para evitar conflictos m. v.

El Ayuntamiento de Alboraia ha instalado en el paseo de la playa de la Patacona señales y bancos para restringir el uso de las bicicletas en un carril que, a diferencia de lo que muchos usuarios piensan, no es un vía para ciclistas. Así lo explicó ayer la edila Ana Bru a Levante-EMV, que puntualizó que, al tener unas características diferentes a las del propio paseo los usuarios asumieron que se trataba de un carril bici.

A raíz de esta interpretación, «la gente se acostumbró a utilizarlo como tal sin tener en cuenta las situaciones de peligro en las salidas de los edificios y cruces con las calles y aceras que salían al paseo», explicó. Así, subrayó Bru, «los vecinos se quejaban por el peligro que suponía que los ciclistas cogieran velocidad en un espacio de paseo, sobre todo los que llevan carritos de bebés o se desplazan en silla de ruedas». Por eso, concluyó, «La solución que hemos adoptado ha sido señalizar que este cambio de firme no es un carril bici».

Mario y su amigo lo viven en primera persona. Bajan todos los días al paseo con su silla, su libreta de sopas de letras y pasatiempos y una gorra para el sol. Se llaman a sí mismos, a modo de broma, el marqués y el conde de la Patacona. Se sientan justo en la zona señalada. «¿Sabe usted que está sentado en un carril bici?», le grita un ciclista. «¡Esto no es un carril bici!», contesta uno de ellos.

«Los ciclistas que pasan a toda velocidad no han matado a algún chiquillo de milagro», cuentan. «El error es que al pensar los ciclistas que esta vía era solo para ellos, cogían velocidad, entonces a la primera que se cruzaba una persona, por ejemplo, un niño se escapaba corriendo, había un peligro de atropello. Ahora el ayuntamiento ha puesto las señales para que la gente entienda que no es un carril bici», detalla Mario.

José Manuel Vidal, por su parte, tiene un apartamento en los edificios de primera línea y al salir de su casa se topa de primeras con esta vía. «Hay que conciliar, si los ciclistas son respetuosos con todos los usuarios que pasean y viceversa, no veo problema ninguno, en ese caso da igual que haya un carril bici específico o compartamos espacio, la clave es el respeto a las personas», apunta.

En este sentido, la solución que el consistorio de Alboraia llevará a cabo en las próximas semanas será la instalación de una señal para compartir espacio y conciliar todas las actividades de paseo en un mismo espacio que indicará, según el propio ayuntamiento, «Niños jugando, vecinos paseando, Ciclista máxima precaución y velocidad máxima 10 Km/h». Con esto, dicen, el objetivo es hacer «un uso no excluyente y mucho más amigable que un carril bici exclusivo, que el peatón puede invadir o se ve obligado a atravesar».

Asimismo, según informó Bru, el ayuntamiento está estudiando la mejor manera de acondicionar un carril bici «de verdad» por una zona alternativa a la del paseo que sirva para desplazarse de Alboraia a València o entrenar.

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