L'Horta Sud es básicamente una comarca asociativa donde la agrupación de personas para un fin común tiene gran peso social y arraiga a la ciudadanía al territorio. Así lo demuestran tanto el último estudio estratégico elaborado por la Mancomunitat de l'Horta Sud como el que está preparando la Fundació Horta Sud, con el objetivo de evaluar el impacto que el tejido asociativo tiene en los municipios.
De hecho, la comarca ha pasado de tener 490 asociaciones registradas en el año 1986, a unas 2.000 que son las que en la actualidad son activas. Los registros señalan que en el año 1996 eran 794 los colectivos implantados en los 20 pueblos de l'Horta Sud, mientras que en 2004 la cifra se situaba en 1.315.
La Fundació Horta Sud indica que para establecer la cifra real de asociaciones activas en la comarca hoy ha utilizado como base los registros municipales, las demandas de subvenciones, el registro provincial y el de laGeneralitat Valenciana. A partir de estas cifras, ha cruzado datos y ha realizado una criba apartando las entidades que siguen dadas de alta pero ya no tienen actividad. Y el resultado es que existen unas 2.000 entidades que actualmente desarrollan su actividad en los pueblos.
Según el estudio estratégico de la Mancomunitat, que analiza la realidad de la comarca en todos los ámbitos, el movimiento asociativo por sectores sigue la tendencia de otras épocas, de forma que las de tipo educativo y cultural ocupan el primer puesto, al ser un 30% del total. En el segundo tramo estarían las de naturaleza deportiva, que rondan el 22%. Y l as de tipo festivo tienen mucho peso en el conjunto del entramado asociativo en términos numéricos ya que se sitúan en el 20%. El resto de sectores son sociabilidad, defensa cívica, servicios sociales, salud, medio ambiente y desarrollo y promoción comunitaria.
Con los datos en la mano, los expertos que han elaborado el estudio estratégico de la Mancomunitat concluyen que en la comarca «es posible identificar un sentimiento de pertenencia vinculado sobre todo al municipio, que toma forma a través de las numerosas asociaciones locales (culturales, festivas, deportivas, de jubilados, amas de casa, etc.)». No obstante, este hecho «tiene poca incidencia en el ámbito supralocal». Esta situación ya se apuntaba hace más de una década por parte de la Fundació Horta Sud (la entidad cívica que tiene por objetivo dinamizar el asociacionismo), fruto de los diferentes encuentros que han realizado a lo largo de los años. De ahí que su línea de trabajo haya sido la de crear lazos comarcales entre los colectivos.
De sus iniciativas han salido la Xarxa d'Entitats pel Patrimoni de l'Horta, que agrupa a todos los museos, o la plataforma que aglutina a las entidades de carácter ecologista y ambiental. Estas se suman a colectivo de tipo federtivo como, la Federació de Bandes de Música Horta Sud, FAPA Horta Sud, la Federació de Cases de Joventut, Guaix-Escola Valenciana, Moviment Escolta de València-Horta Sud, Associació d'Antics Alumnes Universitat Florida Majors o la Junta Comarcal Fallera, de reciente creación.
El estudio de la Mancomunitat señala el papel que desempeñan en este contexto la Fundación Horta Sud, creada en 1972, o el propio Institut d'Estudis Comarcals (Ideco) que nace en 1982.
