El miércoles tres de enero, estos trabajadores se personaron, una vez más, en el edificio y al reparar en que todavía no obtenían atención alguna por parte del vecino, decidieron alertar a la policía por lo extraño de la situación.

Fue entonces cuando los agentes hicieron las pertinentes averiguaciones con tal de saber qué había ocurrido con el habitante de la casa.

Así, los vecinos de la zona coincidieron en que no habían visto al octogenario desde el 29 de diciembre y su buzón, asimismo, estaba lleno de cartas.

Una fuerte caída

Con la presencia de los bomberos, la policía de la zona de l'Horta Sud pudo acceder a la vivienda donde encontraron al hombre tumbado en el suelo y consciente pero en una situación de deshidratación. El titular del domicilio indicó entonces, desde el suelo, que había sufrido una fuerte caída que le había inmovilizado y, por tanto, le había impedido llamar o pedir socorro y que había permanecido tumbado en el suelo desde el día del accidente, el 29 de diciembre.

Los servicios médicos acudieron al lugar de los hechos desde donde trasladaron al afectado a instalaciones sanitarias para realizar un reconocimiento de su estado físico.

Los familiares han agradecido tanto a los agentes policiales como a los operarios que alertaron de la situación por haber evitado un desenlace que podía haber sido dramático pero que finalmente ha quedado en un susto del que ahora se recupera tanto el afectado, que permanece en reposo, como sus familiares.