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"Amenazaron con ir al colegio de mi hija y matarla"

Juzgan a unos encapuchados que asaltaron armados con pistolas a un matrimonio en Paterna

Una matrimonio de Paterna fue asaltado el 6 de febrero de 2017 por dos encapuchados armados con sendas pistolas, quienes los golpearon y maniataron para desvalijar su casa. Para amedrentarlos y evitar que denunciaran los hechos, los asaltantes les amenazaron con matar a su hija de cinco años. «Amenazaron con ir al colegio de mi hija para matarla si hablaba con la policía», confesó la víctima de este violento robo, quien sufrió rotura del pómulo y del tabique nasal al ser golpeado con la culata de la pistola.

Los dos principales acusados se enfrentan a 18 años de prisión cada uno de ellos por los delitos de robo con violencia con uso de arma, lesiones, detención ilegal y robo y uso de vehículos a motor. Asimismo, un tercer imputado está acusado de receptación, delito por el que la fiscalía pide dos años de cárcel.

La defensa de los procesados argumenta que nunca se produjo el supuesto robo y que detrás de lo ocurrido se esconde una deuda relacionada con el tráfico de drogas. Así, uno de los acusados incluso negó haber estado presente en la casa. Respecto a cómo tenía en su poder objetos procedentes del asalto, éste alegó que se los había dado el otro coacusado y que él, a su vez, se los entregó al tercer implicado para que los vendiera en el portal Wallapop.

Los presuntos ladrones se apoderaron de un cuantioso botín entre joyas, dinero en metálico y electrodomésticos. Entre ellos se llevaron 2.000 euros que guardaban las víctimas en una mochila, nueve relojes de marca, tres televisores, una videoconsola, así como prendas de ropa caras. Incluso sustrajeron los dos coches que el matrimonio tenía en el garaje; un Mercedes y un Citroën C3. Ambos vehículos fueron localizados dos días después estacionados en el aparcamiento de un supermercado de Valterna.

Durante el juicio se puso en cuestión la tardanza de las víctimas en denunciar el robo, más de una semana después, y que no se diera parte a la policía hasta haber limpiado la casa. «La casa estaba limpia porque soy aseado», zanjó el agredido negando cualquier vinculación con el tráfico de drogas. En el hospital trató de ocultar el asalto en su vivienda diciendo que la agresión había sido en la vía pública. «Me llamaron estando en el hospital y me amenazaron de muerte a mí y a mi familia, tenía miedo a represalias por eso no le dije nada a la policía», insistió el agredido, que ejerce la acusación particular representado por su abogado Andrés Zapata.

La víctima reconoció posteriormente ante el grupo de Atracos de la Policía Nacional a uno de los asaltante por fotografías ya que en uno de los viajes que hizo cargando los objetos que robaron, mientras su mujer y él estaban atados con bridas, pudo verle el rostro. Al segundo, pese a ir tapado, lo reconoció por los ojos y la voz porque lo conoce desde que eran pequeños.

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