Moncada comparte servicio de guardia farmacéutica con Alfara del Patriarca, Massarrojos y Rocafort. Es decir, las boticas de los cuatro núcleos hacen turnos para abrir en horario especial de urgencia, una realidad que, según explica el portavoz de Ciudadanos de la localidad de l'Horta Nord, Jesús Gimeno, se aleja de lo dictado por la legislación.
«La Ley 6/1998 del 22 de junio de la Generalitat Valenciana de Ordenación Farmacéutica apunta que los municipios de más de 20.000 habitantes y con un centro de salud de atención continuada ha de tener, al menos una oficina de farmacia en servicio de urgencia», apunta. Y Moncada lo cumple. Tal como apunta la Conselleria de Sanidad en uno de los escritos remitidos al Colegio de Farmacéuticos tras las denuncias de Ciudadanos, «Moncada tiene 21.700 habitantes y Centro de Salud continuado».
Así, el partido naranja no entiende «por qué el ayuntamiento mira para otro lado». Tras una moción en el pleno y varios escritos a la Conselleria de Sanidad y al Colegio de Farmacéuticos de València, Ciudadanos ha conseguido que esta última entidad abra un expediente para estudiar el caso particular del municipio. Sin embargo, dice el portavoz de la formación naranja, «no vamos a esperar otro año para solucionar este problema, si vemos que el Colegio de Farmacéuticos no actúa, no descartamos presentar un Expediente de Responsabilidad Patrimonial, ya que el actual escenario no está regulado y hay que pedir responsabilidades».
De la misma forma, Gimeno critica que «no es de recibo que nuestros vecinos, algunos mayores y con discapacidad, otros sin vehículo propio, tengan que desplazarse a Rocafort para poder disponer de los medicamentos». En la misma línea, el portavoz denuncia que «en caso de urgencia nocturna se puede convertir en una odisea para las familias monoparentales con más de un hijo». Así, añade, que «no puede ser» que en Moncada, un pueblo que cuenta con 8 farmacias, no tenga, al menos, un servicio de guardia exclusivo para la localidad.
Una propuesta participativa
El grupo municipal consiguió más de 1.000 firmas de vecinos durante el proceso participativo de la campaña electoral y llevaron a pleno la iniciativa, que fue votada y concluyó con un empate. Un resultado que tumbó la alcaldesa con su voto de calidad en contra.