Paz Esteve lo reconoce: «La sanidad pública ha sido una de mis grandes salvaciones, es muy importante que atienda a todo el mundo y ofrezca a toda persona la oportunidad de curarse, eso no pasa en otros países», explica. Sin embargo, sí apunta que echa en falta una coordinación entre especialistas de diferentes áreas. «Valoro que se puedan comunicar y consensuar los pasos a seguir para dar la mejor terapia». A pesar de que tenía atención sanitaria en España, decidió someter a su hijo Tomás, además, a un tratamiento «muy completo» en Filadelfia, Estados Unidos al que acudió en ocho ocasiones y gracias a la ayuda «desinteresada» de muchas personas del entorno de la madre y el hijo, que aportaron su granito de arena para que Tomás recibiera una terapia al otro lado del charco. «Trabajamos con él la nutrición, la fisiología, el ejercicio físico y los «bits» para acelerar el crecimiento neuronal».

Al preguntarle por qué, Paz alega que allí se trabajaba cada área y los profesionales eran un equipo muy coordinado, además de abordar aspectos que aquí no se les daba importancia. «En España jamás me dijeron que la nutrición de mi hijo era importante para su desarrollo neuronal y a veces es surrealista que no se valoren aspectos de este tipo, pero tanto para niños con discapacidad, para niños sanos como para adultos, es esencial», apunta.

Por eso, hace un llamamiento para que se mejore la comunicación entre profesionales que llevan un mismo caso. «Creo que la coordinación es la clave».