Tan solo media hora después, el alcalde de Paterna, Juan Antonio Sagredo, remitió un comunicado, respondiendo a Oltra: «Lo que debe pesar sobre la conciencia de la conselleria es su deslealtad institucional y su incapacidad política para trazar una estrategia que evite que este tema en el futuro se traslade a la sociedad en negativo. Este mismo problema ha ocurrido exactamente igual en Llíria, Buñol, Sueca, l'Eliana? Alguna responsabilidad tendrá la conselleria».

El alcalde advirtió que no piensa «permitir que se insulte a los vecinos de Paterna. Lo ocurrido aquí ha de servir como ejemplo para que cambien la forma en la que se gestiona la implantación de sus proyectos. Y no hay que confundir la discreción con que se oculte al ayuntamiento y a la ciudadanía un asunto tan importante».

Lógicamente, desde la conselleria respondieron. «En Sueca no hay problema, en Llíria hay un acuerdo con el alcalde y en Buñol estamos en contacto con el ayuntamiento», apuntaron. Además, rechazaron que se haya insultado a los vecinos.

Por su parte, el vicesecretario del PSPV, Manuel Mata, atribuyó la polémica a «fallos de comunicación» entre las dos administraciones. El dirigente de Blanqueries explicó que la suspensión «no es una negativa definitiva y se puede levantar en cualquier comento» y «ahora el alcalde tiene un margen para negociar con la conselleria», dejando entrever que puede obtener alguna contraprestación para el municipio. Mata no cuestionó en momento alguno la forma de actuar de Sagredo y admitió que la «autonomía local es complicada y habrán pensado que habría mejores opciones, pensando en la mayoría del pueblo». El dirigente socialista quiso dejar claro que «apoyamos el Pacte del Botànic, somos muy solidarios y este caso es de primer orden, y el interés del menor está por encima. Esperemos que el tema se solvente y pueda abrirse el centro».