Un incendio declarado en una zona de cañar del parque fluvial del Turia, en Manises, obligó ayer a cortar durante varias horas la N-220 y a desalojhar varias casetas, utilizadas como segunda residencia o para guardar herramientas de labranza.

El fuego se declaró sobre las cinco de la tarde, con unos primeros minutos de tensión entre los conductores de la N-220 debido a la cercanía de las llamas a la calzada, motivo que obligó a cerrar la vía entre el aeropuerto y la conexión con la V-30.

La denisdad del humo y el polvo también obligó a la Policía Local de Manises a desalojar algunas de las 12 casetas en el entorno del cauce, destinadas principalmente al recreo familiar y al almacenamiento de material campestre.

Alrededor de dos horas más tarde los servicios de extinción daban el fuego por estabilizado, aunque parte de los equipos de emergencia continuaron trabajando sobre la zona afectada para refrescar el terreno. Además, se abrió de la N-220 y los desalojados pudieron regresar a sus casas.