El proyecto de Presupuestos del Estado 2018 tiene cierta afección continuista para la comarca de l'Horta respecto al pasado ejercicio. Si las grandes vías como la V-30 y la V-21 son las verdaderas apuestas del Gobierno central en cuanto a infraestructuras con una consigna de nueve millones, uno de los grandes perdedores del reparto vuelve a ser el transporte público al quedarse la electrificación de la línea C-3 sin dinero. El global de la inversión del ejecutivo del Partido Popular alcanza los 15 millones.

Ejecución del paso inferior de la V-30

El túnel que conecta la A-3 con la V-30, a la altura de Xirivella y cuya ejecución cumple ya los siete meses, es la actuación que vuelve a llevarse la mayor partida de los presupuestos del Gobierno en la comarca, como ya ocurriera en 2016. En total se destinarán este ejercicio cinco millones de euros, del total de 13,4 previstos para la obra. Según Fomento, el pasado año ya invirtió 6,1 millones y deja una partida de un millón para el próximo 2019.

Cabe recordar que el paso inferior comenzó a ejecutarse el pasado septiembre, pese a que el proyecto fue aprobado en 2007. El objetivo es que el tráfico de la A-3 en sentido València y con destino a Alicante-Puerto tenga un acceso directo a la V-30 sin pasar por dentro del casco urbano de Xirivella como hasta ahora.

Adjudicado el tercer carril de la V-21

El ministerio de Fomento adjudicó hace pocas semana el contrato para ejecutar el tercer carril de la V-21, en el tramo de 4 kilómetros comprendido entre el Barranc del Carraixet y València. La obra está valorada en 19,7 millones y el reparto de partidas será de 4 para este curso (la mitad que lo previsto en 2017), nueve para el próximo y 6,7 para 2020. El proyecto ha desatado el rechazo del ayuntamiento de la capital y de colectivos ecologistas por su afección sobre la huerta. Por contra el ministerio defiende la actuación para aumentar la capacidad de una vía que soporta, según sus cálculos, el paso diario de 70.000 vehículos de media.

La N-220 sigue con los mismos 3 millones

El proyecto de desdoblamiento de la N-220, entre el aeropuerto de Manises y la V-30, y que conecta con el polígono Fuente del Jarro, es una obra reclamada por empresarios y el propio consistorio de Paterna para dar una mejor salida a la zona industrial y evitar los colapsos diarios por el alto tráfico que registra. El proyecto impulsado por Fomento consiste en convertir la actual carretera de un carril por sentido en una autovía. La inversión global prevista supera los 76,5 millones de euros, de los que 3 se han consignado para este ejercicio, los mismos que en 2017. El propio ministerio admite que la partida es para seguir con los trámite de la actuación. Deja para 2019, una inversión de 20 millones y de 32 para 2020.

Mejoras en la A-7 y el horizonte de la Pista de Silla

El resto del presupuesto en la comarca para carreteras se lo llevan la mejora del firme en la A-7, en el tramo comprendido entre la CV-35 y Silla, con 1,6 millones en este 2018, y ya 2,5 y 3,3 en los dos ejercicios siguientes; y la mejora de la capacidad de la V-31 con 527.000 euros, de un total de 1,4 millones. En este sentido, planea la idea de Fomento de ampliar la conocida como Pista de Silla con más carriles para tratar descongestionarla.

La C-3

El pasado diciembre el ministro De la Serna presentaba el «Plan de mejora de la calidad de Cercanías 2017-2025», con una inversión superior a los 1.400 millones, para dar un impulso a la red. Los pueblos afectados por la Línea C-3, Xirivella, Aldaia y Alaquàs, recibieron aquel anuncio como agua de mayo, sobre todo al conocerse que se electrificaría el tramo hasta Utiel, ya que los trenes funcionan a diesel con poca velocidad. El problema es que el montante para duplicar la vía y electrificarla, unos 250 millones, no tenía fecha fecha. De hecho, para los tres próximos años Fomento no contempla asignación alguna para electrificar el trazado. Tampoco los presupuestos contemplan la supresión de pasos a nivel de la comarca, como el de Alfafar.