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Fuente del Jarro critica el «retraso endémico» en la N-220

Los empresarios advierten de que cualquier percance es «irresoluble»

Con una pizca de resignación y mucho de malestar recibió la asociación de empresarios de Fuente del Jarro el proyecto de Presupuestos del Estado 2018. Desde Asivalco volvieron a comprobar que el plan de desdoblamiento de la N-220, en el tramo que discurre entre el aeropuerto de Manises y la V-30, solo contará este ejercicio con un partida de 3 millones, los mismos que el pasado 2017.

La asociación de empresarios, por boca de su gerente Joaquín Ballester, mostró su «decepción» por el hecho de que la obra no cuente con un presupuestos suficiente como para empezar los trabajos, y simplemente se destine una pequeña inversión para trámites administrativos. «Es una decepción que sólo se asignen tres millones, porque eso significa que habrá que esperar más años que ver el inicio de los trabajos», criticó Ballester.

Cabe recordar que el proyecto de desdoblamiento consis-te en convertir la carretera de un carril por sentido, en una autovía, con dos vías de servicio para la entrada y salida de Manises, a través de un falso túnel en pleno casco urbano. El montante total supera los 76,5 millones de euros. De cara a los próximos ejercicios, Fomento ha previsto una inyección de 20 millones (2019) y 32 millones (2020).

El gerente de Asivalco recordó ayer el «colapso» diario que sufre la N-220, debido a la alta densidad que soporta para acceder a zonas industriales y al propio aeropuerto de Manises. En este sentido, Ballester advirtió que «cualquier percance que se produzca en la carretera, como sucedió el miércoles con el incendio en el Parque Fluvial, es irresoluble». Ballester explicó que la N-220 se ha convertido «en alternativa al bypass, al estar en paralelo y dado que la A-7 también tiene una alta densidad de tráfico».

El gerente de Asivalco apuntó que los «presupuestos deben ir marcado por las prioridades», en referencia a la escasa dotación de Fomento a la N-220, y recordó que en los «últimos años ha habido poca inversión en obra pública en España y de ella, la Comunitat Valenciana ocupa el puesto once. Es un mal endémico y estamos desesperados».

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