Tras celebrar las dos ediciones anteriores en Vinalesa y Bonrepós i Mirambell, Godella acogió ayer a más de 550 alumnos y alumnas que comenzaron la jornada con un recorrido por la huerta desde sus respectivos centros escolares para llegar, atravesando el paraje natural, al parque del Molí donde se encontraron todos y realizaron talleres, muestras al ritmo de un concierto de la rapera Tesa.

«Es una jornada relacionada con la huerta y el bien comer, una vez en el espacio de encuentro, cada instituto o colegio ha preparado en función del trabajo sobre la huerta que han realizado en el aula, una actividad que han querido compartir», cuenta Cristina Vicente-Almazán, responsable de proyectos educativos de Justicia Alimentaria València.

Uno de los objetivos es, dice Cristina, «dar visibilidad a la educación sobre la huerta en los centros, dar a conocer a los alumnos el paisaje de la huerta, además de introducirlos en la importancia de la agroecología (agricultura ecológica y de proximidad) y la Soberanía Alimentaria».

Los organizadores reivindican la importancia de proteger l'Horta de València, no sólo por su valor histórico y cultural; también como fuente de alimentos saludables. Una opción que, opinan, se ha visto reforzada por la elección de València como capital mundial de la alimentación sostenible por parte de la FAO (Agencia para la Alimentación de las Naciones Unidas) el pasado año 2017.

Tras talleres, música y actividades variadas, la jornada culminó con una gran pancarta que encabezaba toda una manta de niños y niñas. Frutas y verduras en mano, los participantes reivindicaron ayer en Godella el valor de los productos de la tierra bajo el lema «El poder de l'Horta».