La falla Pi i Margall-Arturo Cervellera de Burjassot plantó a las puertas de su casal, la tradicional cruz de mayo. Elaborada con productos de reciclaje -papel, corcho y alambre, entre otros-, la «flor» de la comisión se sumó a todas aquellas otras en un acto con el que cada año los falleros homenajean al Hijo de María en el ecuador de la primavera. La «plantà» de la cruz vino precedida de una paella de «germanor».