Un año más, el entorno de la ermita de Alboraia es un hervidero de personas llegadas de toda la comarca para pasar la jornada y celebrar el "Miracle dels Peixets". La fiesta se conmemora con una misa en el pequeño templo construido en la desembocadura del barranco del Carraixet, donde, según la leyenda, aparecieron en 1348 unas formas consagradas en la boca de unos peces.

La fiesta se celebra tradicionalmente el lunes siguiente a la solemnidad de Pentecostés, en este bello entorno. La misa ha comenzado a las 12 horas, presidida por el párroco José Vicente Olmos y concelebrada por sacerdotes hijos del pueblo y del arciprestazgo así como anteriores párrocos y vicarios de Alboraia. Representantes de la corporación con el alcalde Miguel Chavarría al frente, han asistido.

Por su parte, el ayuntamiento ha organizado distintas actividades lúdicas durante la jornada festiva, en el entorno de la ermita, como paellas populares y juegos deportivos con la participación de 'colla de tabal i dolçaina' de la Societat Musical d´Alboraia.

"Miracle dels peixets"

Según recoge la tradición, en 1348 un sacerdote llevó una arquilla con las sagradas formas a un morisco moribundo de Almàssera, que dependía eclesiásticamente de la parroquia de Alboraia. Al cruzar el barranco del Carraixet el sacerdote cayó del caballo y perdió las formas consagradas en el agua.

Los vecinos organizaron la búsqueda y finalmente, en la desembocadura, vieron cómo tres peces -según la tradición de Alboraia-, o dos -según la de Almàssera-, llevaban en sus bocas las formas y se las daban al cura.Ante aquel hecho, "el pueblo de Alboraia promovió procesiones y la construcción, en el lugar donde aparecieron, de una ermita sobre la que se construyó, en 1907, la actual ermita marinera de estilo neogótico".

Por su parte, Almàssera construyó su parroquia dedicada al Santísimo Sacramento dos años después de lo ocurrido, así como una capilla, llamada ´la Capella del Miracle dels Peixets`, en el lugar en el que cayeron las formas.

Esta tradición también explica la existencia de tres peces en el escudo municipal de Alboraia, y de dos peces, en el de Almàssera. Además, ambas localidades celebran el Corpus Christi semanas después de la solemnidad litúrgica y fuera de la Octava, el primer domingo de julioenAlboraia, y el cuarto domingo de agosto, en Almàssera, por dispensa papal tras el ´Miracle dels Peixets`.

La arquilla que contuvo las sagradas formas en el siglo XIV se venera, durante todo el año, en la parroquia de la Asunción de Nuestra Señora, en Alboraia, de donde sólo sale en la festividad de San Vicente Ferrer, para llevar la comunión a los enfermos a sus casas, y en la procesión del Corpus que Alboraia.