El Ayuntamiento del Puig de Santa María ha iniciado las obras para conseguir que el antiguo pulmón verde del municipio, la montaña del Castell, conocida popularmente como de La Patà, recupere su alma vegetal.

El Plan de Reforestación, elaborado por un equipo de ingenieros forestales con la colaboración de la gente del pueblo, contempla la reforestación de la montaña con más de mil ejemplares de árboles y arbustos.

La elección de las especies vegetales se ha realizado mediante un proceso participativo a partir de las especies existentes históricamente en la montaña de la Patà, recopiladas por investigadores como el cronista local Julio Badenes, que ha ayudado a definir qué vegetación vivía entonces en el paraje.

En una primera fase, que acaba de empezar, se realizará la revegetación y consolidación del sustrato para evitar su pérdida por las lluvias, así como la conservación de la microrreserva.

Más adelante se abordará la restauración del castillo y de las trincheras, así como la puesta en valor de todo el conjunto mediante la restauración de caminos, la señalización, la iluminación y el mobiliario urbano de acuerdo con todo el conjunto para poner en valor este patrimonio local.

Desde el Ayuntamiento se señala que el proyecto de reforestación de la montaña de la Patà ha tenido que elaborar respetando las líneas de contención marcadas por el Plan Director del Castillo, declarado Bien de Interés culural (BIC).

En la primera jornada de reforestación, el pueblo de El Puig de Santamaría se volcó desde el primer momento. Así, desde el inicio de los trabajos participaron un nutrido grupo de vecinos del Puig, además de los trabajadores municipales que se encargaron de los plantones y miembros del equipo de gobierno local que no se perdieron el principio de "el despertar" de la zona verde. La alcaldesa Luisa Salvador mostró su «satisfacción» por poder llevar a cabo «uno de los principales objetivos» con los que se constituyó el actual ejecutivo local y destacó que «la ejecución de este proyecto supone la culminación de meses de trabajo y planificación».

Por su parte, el concejal de Medio Ambiente Vicent Porta indicó que la intención es «implicar a la ciudadanía en la recuperación y el mantenimiento de la montaña. Es mucho más fácil destruir que construir y seguro que encontraremos muchos obstáculos por el camino. Pero estamos convencidos de que entre todas y todos conseguiremos dejar un legado verde y duradero», señaló.