La iniciativa TIC TAC Juny 2018, que pretende llevar la cultura a las calles, ha vuelto a poner en marcha una nueva campaña de visitas nocturnas a la Torre de Torrent, que se iniciaron este fin de semana con los primeros grupos. TIC TAC es el nombre de la programación de la concejalía de Cultura, que dirige Susi Ferrer, para este mes, que integra estas rutas, así como conciertos, teatro y actividades de animación infantil.

Un guía del ayuntamiento realiza un recorrido por las dependencias de la Torre, en las que se conoce la historia de esta construcción de etapa andalusí, así como los diferentes usos que ha tenido a lo largo de los siglos y su vinculación con la historia de la ciudad. Un capítulo clave fue el descubrimiento del foso defensivo construido alrededor del monumento varios siglos después y que actualmente está tapado. Lo atractivo del recorrido es que gran parte se realiza a oscuras y con ayuda de faroles.

La visita se inicia en la entrada de la Torre desde su parte frontal, donde se da la bienvenida y se proyecta un vídeo que recoge, entre otros aspectos, el proceso de restauración que se acometió en 2008 y la prueba de Carbono 14 que determinó que era islámica. A continuación, en la planta baja se realiza un rápido recorrido histórico de la Torre y el término municipal con la ayuda de unos paneles instalados por el consistorio, dentro de la primera fase de musealización del monumento.

La subida a sus cinco alturas más la terraza (cada planta consta de tres naves abovedadas) permite descubrir distintas estancias así como los usos que tuvieron, desde elemento defensivo en los primeros siglos, hasta cárcel durante el XIX y parte del XX, una vez la cabeza de partido judicial se trasladó a Torrent. De hecho, aún se conserva algún grafiti y alguna inscripción realizados en esa última etapa.

Uno de los elementos que más llama la atención a los y las participantes en la visita, a la que pueden acudir personas de todas las edades, es la capilla localizada en los años 70 del pasado siglo tras un muro y puesta en valor durante la restauración. Además, están señalizados los puntos de vigilancia y se ha reproducido una de las ballestas que se utilizaba para disparar desde allí al enemigo.

Al llegar a la terraza, los y las participantes pueden admirar una espectacular vista de la ciudad y la comarca. En la velada del sábado, las notas del concierto del Corpus que se ofrecía en la plaza de la Iglesia llegaban a este punto alto, lo que fue el broche de la visita. Como despedida, el grupo recibe una barrita de chocolate torrentino.