Por primera vez en años, ante una tromba de agua como la que descargó en la madrugada del domingo sobre las poblaciones de l'Horta, el municipio de Aldaia no ha sufrido graves consecuencias mientras en otros pueblos como en Alfafar y Catarroja se anegaban túneles, pasos subterráneos, garajes e instalaciones públicas diversas. La razón es que el cunetón que conduce parte de las aguas paralelo al corredor comarcal hasta el barranco de Torrent se ha ampliado considerablemente en una obra que culminó hace semanas.

Esta mayor capacidad de cauce para desviar las aguas al barranco de Torrent antes de que entren en la población ha sido clave en el desarrollo de la tormenta, según valoraban ayer los representantes del gobierno local que estuvieron al frente del operativo, el alcalde Guillermo Luján y la concejala de Seguridad Ciudadana Empar Folgado. Los ediles hacían ayer balance tras una larga noche que mantuvo a muchos alcaldes y alcaldesas de la comarca en vela.

El consistorio llevaba años reclamando a la Confederación Hidrográfica del Júcar y a la Generalitat Valenciana que acometiera esta obra menor, ya que la intervención global en el barranco de la Saleta (cauce que atraviesa la población y que, en ocasiones, se ha desbordado) aguas arriba y aguas abajo está aparcada por la crisis, después de aprobarse el proyecto y realizarse las expropiaciones del suelo de la primera de las actuaciones previstas, en el término de Xirivella.

Tras numerosas reivindicaciones por parte del actual gobierno socialista y sus antecesores del Partido Popular, la obra del cunetón se ejecutó en los meses anteriores, en lo que se refiere a la ampliación del caudal y a la colocación de hormigón en los cruces con las carreteras. De este modo, con una intervención menor y un presupuesto bajo, se generaba un alivio de agua en el caso de fuertes tormentas. "Ahora se redacta el proyecto de la segunda fase que consistirá en revestir de hormigón toda la superficie para que tenga mayor consistencia", explica el alcalde Luján.

Una madrugada sin compuertas

No obstante, con el cauce de mayores dimensiones, el cunetón pudo absorber gran cantidad de agua que no llegó al casco urbano, con lo que también se evitó que se inundaran barrios de Alaquàs colindantes. De hecho, en la madrugada del domingo no fue necesario colocar las compuertas en las calles que recaen al barranco de la Saleta, sino que solo se cortaron los tres túneles bajo las vías del tren y "dos de ellos solo por precaución pero se reabrieron a primera hora de la mañana", añade Empar Folgado.