Beniparrell ve más cerca conseguir que los vecinos y vecinas puedan presumir de patrimonio con la recuperación y restauración del claustro del antiguo Convento de Carmelitas, un edificio de estilo neoclasicista que data del siglo XVIII, que paradójicamente se encuentra escondido dentro de dos casas, que hay que proceder a su demolición para poder sacar este bien patrimonial a la luz.
El consistorio solo tenía en propiedad uno de los dos inmuebles hasta ahora, que ha conseguido llegar a un acuerdo con los propietarios para adquirir la casa por 220.000 euros, una decisión que fue aprobada en el último pleno. El consistorio no va a tener que hacer frente en su totalidad, puesto que198.200 euros están subvencionados por el Plan de Servicios y Obras Municipales (SOM).
La primera de las casas adquiridas en 2007 tuvo que ser declarada Bien de Relevancia Local para impedir su demolición, tal y como habían solicitado sus propietarios debido al mal estado en el que se encontraba las instalaciones.
También la Diputación de València aprobó una ayuda de 100.000 euros el curso pasado para la restauración del claustro, que se añade a la partida de 40.000 euros aprobada por el ayuntamiento y otros 20.000 de ayudas para los procesos de demolición. «En total disponemos de 160.000 euros para comenzar con la primera fase de este gran proyecto, que se alargará en el tiempo ya que una vez restaurado el claustro queremos que pase a formar parte de la plaza del Baró, ampliando así este espacio para el disfrute de la ciudadanía del municipio», señala el alcalde, Voro Masaroca, quien se muestra satisfecho de haber por fin conseguido llegar a un acuerdo por el inmueble, «esperamos escriturar en breve», apunta.
Sin embargo, aún falta un paso más para comenzar las obras, ya que una de las paredes del claustro linda con la Iglesia y hay que pedir permiso al Obispado para hacer obras. «Ya hemos pedido al párroco de Beniparrell que interceda y traslade al Obispado el proyecto para la restauración del claustro para que nos de el permiso para comenzar las obras lo más pronto posible», explica Voro Masaroca., aunque ve difícil que los trabajos puedan iniciarse antes de que finalice el 2018.
Tanto la vicepresidenta de la Diputación Maria Josep Amigó que visitó el claustro como el diputado de Patrimonio, Emili Altur, se han mostrado muy interesados en sacar a la luz este claustro que cuenta con características especiales, ya que presenta arcos escarzanos.
Se trata de una edificación de doble altura con cinco arcos por planta en cada una de sus caras, siendo el elemento constructivo que más daños ha sufrido, por el desuso y que precisa labores urgentes de intervención. La galería del piso bajo se cubre con bóvedas de arista. Abre el patio por una arquería compuesta de cinco arcos de medio punto, separados por dobles pilastras dóricas, ahora cerrados con albañilería. La galería del piso superior se cubre con bóveda de cañón con lunetos para la abertura de los huecos recayentes al claustro. En la actualidad los vanos están cegados o disponen de pequeñas ventanas de carpintería de madera.
