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El último verano de la fábrica Gamir

El Ayuntamiento de Almàssera levanta la suspensión para realizar la demolición del edificio tras meses paralizado a espera de alegaciones que no se han presentado - Patrimoni reitera que la nave no tiene la importancia como para ser un BRL

El último verano de la fábrica Gamir

La antigua fábrica de Laboratorios Aurelio Gamir de los años 50 no vivirá un verano más. El edificio que se puso en pie en 1958 diseñado por los arquitectos Pablo Navarro Alvargonzález y Julio Trullenque Sanjuán, abandonado desde 2009, será derruido tras tres meses de paralización para presentar alegaciones que han transcurrido sin que nadie entregara una oposición formal ante la Direcció Territorial de Patrimoni. Ahora, con el plazo acabado, solo queda reactivar el proceso de demolición de este edificio que comenzó el pasado diciembre.

Las primeras actuaciones de derribo sobre la antigua fábrica Aurelio Gamir (posteriormente absorbida por una multinacional) a finales del año pasado, no quedaron exentas de polémica. En este sentido, expertos e instituciones académicas alzaron la voz para tratar impedir la desaparición de una construcción que, tal como defendían es «una obra de patrimonio industrial» con valores arquitectónicos de la época moderna y con influencias alemanas, de hecho, la nave ubicada en la Antigua Carretera de Barcelona fue un ensayo diseñado por los mismos arquitectos que posteriormente pusieron en pie el colegio Alemán de València. Los expertos, en este sentido, insistían en «la falta de valoración social de las vanguardias arquitectónicas» como consideraban que lo era la fábrica y apuntaban que se trataba de «un ejemplo significativo del proceso de apertura hacia las vanguardias arquitectónicas europeas que se inició a finales de los cincuenta y se consolidó durante la década siguiente con la industrialización y el desarrollo económico».

Uno de los aspectos que se valoraron en un primer momento para paralizar las actuaciones de demolición fue que el inmueble se encontraba dentro del entorno de un Bien de Interés Cultural (BIC)- por la «Creu de Terme d´Almàssera»- y, por lo tanto, no podía llevarse a cabo ninguna actuación sin autorización previa del área de Patrimoni. Algo que la Direcció Territorial reconoció en su día y que hizo que el alcalde del municipio, Ramón Puchades, paralizase el derribo, tal como contó entonces Levante-EMV.

Posteriormente, tras analizar con detenimiento la situación, se comprobó que el PGOU de Almàssera dejó fuera una parte del edificio como reserva para construir una vía que luego se descartó, por lo que esa parte de «protección quedó anulada». Asimismo, Patrimoni concluyó que, aunque la antigua fábrica de Aurelio Gamir sí tenía valores que podrían protegerse, no consideraba que alcanzara «la importancia necesaria para ser tutelado como Bien de Relevancia Local (BRL)» una denominación que sí protegería la nave frente a una demolición. La última palabra sobre el futuro del edificio era del ayuntamiento.

En ese momento, con voces de expertos clamando en contra del derribo y a favor del estudio y catalogación de la construcción arquitectónica, el ayuntamiento y la Direcció Territorial de Patrimoni, dependiente de la Conselleria de Cultura, concluyeron dejar tres meses de margen para presentar alegaciones al derribo y realizar estudios que pudieran dejar constancia de las características de la nave para la posteridad.

Ese plazo acabó el pasado 12 de julio sin que instituciones o personas individuales presentaran ningún estudio o alegación para impedir el siguiente paso: la demolición del edificio modernista.

Ahora, tras unos días en los que el Ayuntamiento de Almàssera ha esperado alguna noticia de Conselleria, el proceso de demolición se reactiva. De hecho, el alcalde del municipio, Ramón Puchades, confirmó ayer a este periódico que están «redactando el decreto para levantar la suspensión ya que nadie ha presentado nada». Por su parte, Patrimoni comunicó ayer a este diario que «la competencia para proteger o no el inmueble es municipal por no apreciar los valores necesarios para declararlo Bien de Relevancia Local (BRL)» e impedir así su definitiva desaparición. Asimismo, el área de la Conselleria de Cultura, también recordó al consistorio de l´Horta Nord la necesidad de «empezar cuanto antes las tareas para tener un catálogo de bienes y espacios protegidos».

La Creu que es BIC en Almàssera

Por otra parte, la Direcció Territorial de Patrimoni también expresó que han mantenido reuniones con los técnicos municipales del ayuntamiento para fijar «un entorno de protección de la Creu de Terme d´Almàssera»- considerada un BIC- «que garantice la preservación de los valores de la Creu y que los haga compatibles con los usos previstos en el espacio urbano colindante».

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