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Torrent

El Gremio de Panaderías estudia comprar la receta de las crestas

La agrupación lamenta el cierre de una pastelería de 1927 y pide más apoyo al centro histórico

Fachada de la pastelería, días antes del cierre. l. sena

El cierre de una histórica pastelería situada junto a la Torre de Torrent, como adelantó Levante-EMV, ha supuesto, no solo la desaparición de otro comercio del centro histórico sino también de un dulce tradicional, las crestas de crema, cuya receta había ido pasando de un propietario a otro del establecimiento sin que fue relevada a nadie.

Por ello, el Gremio de Panaderías y Hornos de Torrent, que preside Toni Cuñat, estudia la posibilidad de ofrecer a los antiguos propietarios del establecimiento, Isidro y Merce Pérez, comprar la receta para que el dulce no se pierda. «Voy a comentarlo con algunos directivos y algunos establecimientos, a ver si podemos plantear una negociación global», explica Cuñat, quien considera que las crestas «eran un dulce muy rico» y debería preservarse.

Con todo, Cuñat recuerda que cuando se jubilaron los que eran la tercera generación de propietarios (Isidro y Merce lo heredaron de su padre, que era trabajador del propietario fundador y acabó quedándose el negocio), ya hubo un intento de compra que no tuvo éxito.

«No es atractivo»

Sobre el cierre del establecimiento, que había superado los 90 años de existencia ya que fue inaugurado en 1927, el presidente del Gremio lamenta la situación que afecta «a muchos establecimientos relacionados con la alimentación, en general, y a los del centro histórico en particular».

Para Cuñat, desde hace años el ayuntamiento «se ha preocupado de dejar una parte del centro histórico muy bonita pero no de generar un atractivo para la gente y, al final, se va a las grandes superficies». El hornero valora que «los cambios del sentido de circulación, la falta de aparcamiento y otros factores en el centro hacn difícil que la gente pueda ir a comprar a esta zona. «Además, hay que recordar que en los últimos años, este sector está muy machacado por las inspecciones y los requerimientos de Sanidad ya que nos están exigiendo a los pequeños las mismas condiciones que a una macroempresa de fabricación, en lo que se refiere, por ejemplo, a trazabilidad de los productos». Por ello, «el día a día es muy difícil e imagino que para este comercio lo ha sido con Sanidad encima y el problema del edificio añadido»

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