El grupo popular municipal de Paterna sigue sin poder entrar a su despacho desde que sus ediles encontraron el viernes a media mañana un candado en la puerta. La concejala Marisa Ferré y la portavoz María Villajos están preparando el pleno extraordinario de esta tarde en las escaleras del consistorio donde también han atendido a diversos ciudadanos que se han acercado esta mañana. Hoy se han de votar dos importantes modificaciones de crédito para ejecutar inversiones en la sesión plenaria.

La formación está a la espera de que el juzgado se pronuncie sobre la denuncia que sus representantes interpusieron por los hechos el viernes y, especialmente, sobre la medida cautelar que pidieron para entrar y recoger algunas cosas personales o del partido.

La colocación del candado por parte de la Policía Local se deriva de la orden dictada días antes por el concejal de Compromís Carles Martí para que los agentes notificarán al PP que debía abandonar su despacho. El gobierno local de los nacionalistas con el PSOE opina que los populares tienen un espacio muy grande para los concejales que tienen ahora, ya que han perdido tres de los seis que tenían, a lo largo del mandato, que han pasado al grupo de no adscritos.

"Esta medida pretende amordazarnos. Es como si nos ilegalizaran", ha manifestado a Levante-EMV la portavoz. El grupo, que inicialmente cargó contra Compromís, que es la formación que quiere el despacho, ha apuntado esta mañana directamente al alcalde socialista, Juan Antonio Sagredo, como responsable último de la decisión. "Quiere amordazarnos porque fruto de nuestra labor de oposición está imputado junto con dos concejales, además de investigado por la Fiscalía y la Agencia antifraude", afirma.

Por su parte, Marisa Ferre ha insistido en que dentro del despacho hay 10.000 euros en papeletas lotería de Navidad, así como 600 euros en papeletas de lotería de septiembre y otros 100 euros "que son de los afiliados para adquirir las sillas de las fiestas". También está el único juego de llaves de la sede del PP "y si pasa algo y fuera necesario abrir, no sería posible".

Hasta el consistorio se ha acercado asimismo Enrique Guillem, e asesor del grupo despedido fulminantemente por el alcalde hace semanas. "esto no tiene precedentes ni en Paterna ni en ningún pueblo. como Puig no debería consentir que un alcalde suyo lo haga".