La fosa 112 del cementerio de Paterna, que alberga los restos de vecinos represaliados de l'Horta y de otras comarcas, ha entrado ya en proceso de judicialización. La diputada provincial de Memoria Histórica, Rosa Pérez, acudió ayer al juzgado de Paterna junto a los arqueólogos Alejandro Calpe y Javier Iglesias y representantes de las familias, para informar de la aparición de cuerpos en la fosa 112 y denunciar su muerte violenta. A la sede judicial acudió asimismo la presidenta de la Asociación de Familiares de las Víctimas, Carmen Gómez

Pérez Garijo manifestó que han acudido al juzgado con el fin de denunciar estas muertes, porque el objetivo es "que las exhumaciones sean judiciales y que por fin se pueda dar justicia a las víctimas del franquismo". Una aspiración que tienen las familias y la corporación provincial desde el primer enterramiento que se exhumó con su ayuda, hace dos años.

Los trabajos en la fosa 112 comenzaron el día 20 de agosto, con el objetivo de dejar al descubierto los restos óseos. Hasta la fecha, el equipo de ArqueoAntro, que se encarga de la excavación, ha encontrado cuatro cráneos con impacto de proyectil y cal "que confirman evidencias claras de muerte por violencia", en medio de una masa de huesos y ropa en descomposición.

La diputada de Memoria Histórica reivindicó que hay que seguir trabajando "para devolver la dignidad a este país", y defendió que las administraciones públicas "deben tener un papel fundamental" en la exhumación de los cuerpos.

En la fosa se espera localizar en torno a 100 víctimas asesinadas procedentes en su gran mayoría de las comarcas de La Safor y Ribera (Tavernes de la Valldigna, Cullera, Albalat, Sollana y Carlet), así como también de l'Horta. De esta última población figuras, según los registros, ocho personas, de las que algunas fueron exhumadas en décadas anteriores y trasladadas a un nicho o al cementerio local. Estas familias también se han involucrado en el proceso.