El repentino abandono de Compromís del Govern del Batà va a obligar al ejecutivo socialista que dirige Juan Antonio Sagredo a resolver a corto plazo algunas cuestiones. Si bien es cierto que el mismo viernes, el consistorio remodelaba rápidamente su estructura y repartía entre los seis concejales del PSOE todas las competencias que hasta entonces desempeñaba su socio, hay otras en las que debe ponerse manos a la obra.
Una de ellas es el conflicto de los despachos. El concejal de Compromís Carles Martí firmó la providencia por la que cerraba con candado el despacho del PP y depositó la llave ante la Policía Local, para que la pidieran y lo vaciaran con presencia de los agentes. El argumento era que los populares había perdido tres de sus seis ediles al pasar éstos a no adscritos, y que Compromís, con 6 representantes, estaba en un habitáculo más pequeño. Por el momento, el grupo popular sigue sin despacho y Compromís, ya exsocio, sigue en su ubicación original. Desde alcaldía explicaron que por el momento, el nuevo equipo de gobierno socialista no ha tomado una decisión al respecto.
Otra cuestión que deberá dilucidarse en las próximas semanas es la renuncia de Juanma Ramón a la presidencia de la empresa pública Gespa. La dimisión deberá ser abordada en un consejo de administración y decidir un sustituto. Cabe reseñar que durante el año y medio de gobierno en solitario del PSOE, el presidente fue el propio Sagredo.
En este sentido, también queda por ver si el alcalde mantiene en sus puestos a los asesores de Compromís, tanto en Gespa como en el grupo municipal, ya que el verano pasado cesó a uno de ellos por votar en contra de los presupuestos, desencadenando una de las grandes crisis del Batà.
