Durante el pasado mes de agosto se pasó al cobro el primer recibo del Impuesto de Bienes Inmuebles del 2018 en que se constataba una nueva bajada de la carga impositiva para la población. El coeficiente que se ha aplicado este año sobre el valor catastral es del 0,69%, el año pasado era del 0,71%.

Cómo explica el alcalde, Josep Riera, "a lo largo de toda la legislatura hemos ido realizando una bajada continuada y ponderada de la contribución urbana para situarla en valores más ajustados a la realidad de Meliana y, a la vez, cumplir los criterios de estabilidad que marca el Ministerio de Hacienda". Así, en estos cuatro años, la mayoría de los recibos han tenido una rebaja de un 23% respecto a los valores del 2014, que llega cerca del 26% si la comparamos con los del 2013, el año de mayor carga impositiva en los últimos 15 años.

Finalmente, Riera se muestra "satisfecho por haber cumplido uno de los objetivos económicos de la legislatura en favor de la ciudadanía, garantizando la estabilidad presupuestaria del Ayuntamiento". De hecho, los valores del padrón de la contribución en Meliana se han situado por debajo de los que había el 2011.