En el IES de Albal ha comenzado el curso con las mismas deficiencias que el año pasado. A la masificación del único centro donde se imparte ESO y Bachiller de la localidad, que cuenta con más de 1.000 alumnos y alumnas, se une la escasez de conserjes. Tan solo una bedel atiende al millar de escolarizados, cuando por número de alumnos se establece que le corresponde cuatro, tres para cubrir el horario matinal y uno más desde que el curso pasado se instauró el turno vespertino en Bachiller y 4º de la ESO para subsanar la falta de plazas. En verdad, en plantilla hay dos conserjes, pero una de ellas ha estado de baja y «finalmente está en proceso de prejubilación y por tanto ya no nos mandan sustituta, así que estamos aún peor que el curso pasado», señala la directora del centro Cristina Peris.

Peris se reunió en julio con la dirección territorial de Educación para reivindicar que al menos resolviesen el caso de la prejubilación y asignasen a la conserje prometida al instaurar el horario vespertino. «Nos contestaron que estaba metido en presupuestos, es decir que se había solicitado a hacienda que es el que debe dar el visto bueno, pero nosotros de momento lo único que sabemos es que Hacienda no tiene ninguna solicitud en su mesa», explica la directora, que tilda la situación de insostenible. «Hasta ahora por la tarde nos hemos ido turnando los miembros de la directiva y esporádicamente recibíamos la ayuda del funcionario que trabaja en el polideportivo», explica.

Apoyo de las familias

La dirección del IES Albal cuenta con el apoyo de las familias, ya que la Ampa ha conseguido reunir 1.250 firmas que ha entregado a Conselleria de Educación, solicitando cubrir la vacante del segundo conserje y al menos crear la vacante del tercero.

Desde la Ampa también avisan que la instauración del turno vespertino por sorteo «está ocasionando que muchos alumnos y alumnas brillantes se marchen a otro instituto», afirma el presidente. Actualmente van por la tarde dos cursos de 4º de la ESO, y cuatro de Bachiller. De primero de la ESO hay ocho clases, de segundo otras ocho, de tercero nueve y de cuarto seis, además de cuatro de primero de Bachiller y cuatro de segundo, con una ratio que alcanza los 35 alumnos por centro.

«Se ha doblado la población en la última década y eso no se ha correspondido con un crecimiento del IES, además que también vienen los alumnos de Beniparrell y que la mayoría de las familias de Albal optan por la oferta pública», celebra Cristina Peris.