Las lluvias de la mañana de sábado provocaron que se repitieran imágenes ya clásicas en la Canyada, las calles del entorno del barranco de Rubio, especialmente la 133, se han inundado totalmente "sin que se haya notado diferencia con la situación de antes de hacer las obras". Numerosas quejas han llegado hasta la Junta de Barrio por este asunto.

Según expresan los residentes, la calle 133 ha quedado a los pocos minutos totalmente impracticable, "sin que hubiera llovido mucho" mientras que las balsas construidas junto al barranco estaban vacías. Los vecinos y vecinas de esta zona llevan años de quejas por este problema, que se originó a raíz de una obra que realizó el consistorio durante la etapa del mandato del Partido Popular.

La intervención consistió en una salida de esta vía por la calle 238 que tiene los grandes tendidos eléctricos, que acaba en la carretera de Pla del Pou donde pretendía construirse una rotonda. Finalmente la glorieta no se construyó y, desde entonces, ha habido protestas en la zona porque la calle se convirtió en un punto de paso de tráfico. Además, con las lluvias comenzaron a sufrir inundaciones en puntos donde nunca antes se había acumulado el agua.

Con posterioridad se han realizado diversas intervenciones para intentar subsanar el problema pero, en opinión de los residentes de la zona, que han mantenido la movilización "se demuestra que hasta la fecha no han servido para nada".