El servicio conjunto de recogida de basura de la Mancomunitat de l'Horta Nord ha generado numerosas quejas en los municipios, que se han agravado en los ultimos meses. Alcaldes y alcaldesas consideran que la empresa adjudicataria está «incumpliendo» determinados aspectos del contrato, además de opinar que el servicio está obsoleto para las necesidades actuales en los municipios. Por ello, tras mantener elevar diversas reclamaciones y mantener algunas reuniones, se ha constituido una comisión de trabajo en la Mancomunitat oara redactar las condiciones de la nueva contrata, que habrá de sacarse a concurso en 2019, según han explicado en los consistorios afectados. Algunos mandatarios incluso estudian medidas judiciales contra la empresa.
En Rafelbunyol, el socialista Fran López ha indicado que el mal servicio se arrastra durante toda la legislatura. En este consistorio han detectado que «algunos camiones con tan antiguos que al levantar los contenedores para volcar el contenido en el remolque, cae parte de la basura y se queda en la calle». Además, consideran que se está incumpliento la frecuencia en la limpieza de contenedores y que el papel y cartón no se recoge en los días que marca el contrato.
Otro consistorio que está mirando con lupa este servicio e incluso realiza informes periódicos de los incumplimientos es Puçol, como ya publicó Levante-EMV. La concejala socialista Ana Gómez indica que se han elevado diversas quejas «especialmente en verano» en lo que se refiere a la recogida de papel y cartón, por lo que estudia medidas más duras contra la empresa.
Emperador, como publicó este diario, mantiene un contencioso contra los presupuestos de la Mancomunitat al considerar injusta la imposición de la tarificación atendiendo al pesaje. También el alcalde Alberto Bayarri (PP) critica que ese pesaje se efectúa justo el lunes, día en el que más residuos se acumulan ya que el domingo no hay recogida. Del mismo modo critica que dentro del cobro de la tasa se incluyen dos contenedores que pertenecen a Museros y un viaje al vertedero que también comparte con la localidad contigua.
La estacionalidad es el principal problema de dos de las ciudades más «playeras», la Pobla de Farnals y El Puig. Esta última, gobernada por Luisa Salvador -PSPV-, cuatriplica su población y la zona costera en verano y tuvo problemas con la recogida de cartón y reciclaje. «Estaba estipulado que pasasen dos veces por semana, y muchas veces era una o ninguna y a eso se suma que hay mucha más basura reciclable y ya no solo en verano, sino comparándola con otros años, ya que la gente está más concienciada», afirma. Es por eso que Salvador considera que se han quedado obsoletos los parámetros en los que se estableció la frecuencia de paso de los camiones
En La Pobla, su alcalde Enric Palanca (PSPV) además de tener el mismo problema que el Puig, considera que en el futuro pliego de condiciones debe aparecer una zonificación. «Hay barrios donde debería pasar dos veces al día, mientras que en otros, más despoblados, quizás es demasiado hasta una vez al día», señala. Para Enric Palanca, «este servicio que parecía más barato, a la larga nos está saliendo más caro, porque nos da muchos problemas».
Mediación de la Mancomunitat
La Mancomunitat ha estado en conversaciones con las empresas de recogida de basuras para ir intentando solucionar un problema que considera que se arrastra en el cálculo de acumulación de deshechos de carton ya que según fuentes de la institución se pasó de 799.000 kilos de carton en 2016, a 952.000 kg en 2017, un aumento que no se contemplaba cuando se firmó el contrato.
