Después de cerrar lo que en muchos municipios ha sido el mes de la movilidad sostenible y cuando aún se están celebrando actividades que fomentan el uso de la bicicleta, es momento de echar la vista atrás y analizar los datos recogidos por la Red de Vigilancia y Control de la Contaminación Atmosférica de la Generalitat. El excesivo tráfico rodado de las poblaciones de la comarca y en las grandes infraestructuras que la atraviesan es uno de los principales culpables de que las mediciones de las estaciones superen en varias ocasiones los niveles establecidos por la Organización Mundial de la Salud. En este sentido, la OMS sostiene que cada vez hay más pruebas que demuestran los vínculos existentes entre la contaminación atmosférica y el riesgo de enfermedad cardiovascular.
Así, l'Horta cuenta en la actualidad con cuatro estaciones de control: Torrent-El Vedat, Quart de Poblet, Paterna-CEAM y Burjassot Facultats. El balance de los primeros siete meses del año arroja que la comarca superó durante 31 días los niveles de contaminación del aire establecidos por la OMS.
Desgranando uno a uno los diferentes elementos detectados por los medidores, el más destacado es el ozono troposférico (O3), considerado el principal culpable de la niebla tóxica -se forma por la reacción con la luz solar de contaminantes procedentes de las emisiones de vehículos o industria y los compuestos orgánicos volátiles-, y para el que la OMS fija un límite de 100 microgramos cúbicos en 8 horas. Esa barrera se superó durante 24 días de este año: 19 en Paterna, 3 en Quart de Poblet y dos en Burjassot. Además en otros 14 días, se detectaron valores entre los 95 y los 99 mg3.
El peligro de las partículas PM
Otro de los elementos que miden las estaciones de control son las partículas, tanto las PM10 como las PM2,5. Sus principales componentes son los sulfatos, nitratos, hollín o polvos minerales. Si bien las PM10, por su diámetro de 10 micrones o menos, pueden alojarse en los pulmones, las PM2,5 son más dañinas, ya que pueden alcanzar el sistema sanguíneo. De las primeras se superó en siete días la media diaria marcada por la OMS (50mg3), mientras que de la segunda no se rebasó el límite (25mg3).
En cambio, tanto el dióxido de nitrógeno (NO2) como el dióxido de azufre (SO2) han registrado cifras normales hasta el 31 julio, sin picos destacados.
