Otro de los puntos calientes ha sido el entorno del Barranco de Rubio en la Canyada donde, como indican los residentes, «cada vez que llueve y no hace falta que sea tanto como ahora, la calle se convierte en un río, tenemos que subir los coches a la acera y no se puede salir de las casas». Para los vecinos, las obras que se realizaron en la zona alta hace unos años «no han disminuido el problema en absoluto». Además, «las distintas soluciones que parece que hay para el tema, requieren mucho dinero y el ayuntamiento dice que no tiene presupuesto».
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