La tromba de agua caída entre la madrugada y la mañana de hoy viernes volvió a sacudir el barrio de Lauri Volpi de Burjassot cuando apenas se cumple un mes y un día de la última inundación. Al igual que entonces -el pasado 18 de septiembre- y en anteriores ocasiones, el temporal causó el afloramiento de aguas residuales de los sumideros y el anegamiento de bajos, además de llenar de tarquín y basura la calle. Y otra vez, "debido a las deficiencias del sistema de alcantarillado", como reiteradamente ha denunciado la Asociación de Vecinos Lauri Volpi, se inundó el túnel de la calle Camp del Cigronet y el paso peatonal subterráneo de la calle Náquera, circunstancia que afectará en gran medida a la normal circulación tanto de personas como de vehículos en la zona hasta que concluya el vaciado, limpieza y reapertura de ambos pasajes habitualmente tan transitados.

Desde la asociación vecinal vienen reclamando con insistencia la construcción de un nuevo colector de aguas pluviales para la barrida, proyecto que lleva aprobado por la Conselleria de Infraestructuras desde 2007. Han transcurrido 11 años. A pesar de la aprobación del proyecto, de la buena voluntad de las distintas administraciones autonómicas y de años de reivindicación con el apoyo del Ayuntamiento de Burjassot y distintos colectivos del municipio, los vecinos de la barriada continúan viviendo "una pesadilla cada vez que diluvia".