La primera excavación arqueológica realizada en la zona que el Ayuntamiento de la Pobla delimitó como área protegida ha permitido sacar a la luz estructuras constructivas de la baja Edad Media que podrían corresponder a una instalación para desarrollar actividades artesanales.

La vivienda se sitúa en el antiguo barrio de Moratall y la arqueóloga contratada por la propiedad para realizar los trabajos es Manuela Raga. Según diversas fuentes consultadas, los restos localizados corresponden a elementos de la época de transición entre la Edad Media y la Edad Moderna, de algún tipo de industria como la producción de esparto.

El alcalde de la población, Enric Palanca, ha valorado que el hallazgo puede indicar que el barrio del Moratall tuvo una forma distinta a como se había imaginado. «Queda mucho por descubrir y cada novedad abre nuevas preguntas. ¿Cómo sería nuestro pueblo cuando las tropas de Jaume I acamparon en el Castell del Puif en 1237? ¿Cómo será en 2237?», se pregunta el mandatario socialista en torno al asunto.

Por su parte, Manuela Raga ha confirmado este hallazgo, que considera «muy interesante» para conocer «el tránsito a la modernidad», especialmente teniendo en cuenta que es la primera excavación que se realiza en la Pobla de Farnals en ese punto, aunque ha preferido ser prudente a la hora de aportar más valoraciones sobre unos hallazgos arqueológicos que aún han de estudiarse con mayor profundidad.

Con todo, la experta apunta a que la excavación que se está realizando en este punto del Moratall abre la puerta a mayores descubrimientos en los próximos meses. La causa es que para construir la canalización hidráulica desde la casa hasta el colector general del municipio habrá que cerrar la calle, lo que permitirá excavar lo que se considera el antiguo Camí Reial, construido supuestamente sobre la Vía Augusta, como diversos investigadores defienden desde hace años. Según esta hipótesis, el trazado iría por el antiguo camino de València hasta Puçol, que pasa por ese punto de la Pobla de Farnals.

Raga indica que en los trabajos que se realicen tratarán de documentan la calzada romana y «ese será el nivel más antiguo al que se llegue en este proceso».

Una pila bautismal

Por otro lado, las excavaciones en la casa de Motarall han permitido localizar también una pieza de mármol de alabastro que ha abierto interrogantes sobre su uso y significado allí. «La piedra está labrada y tiene signos de ser una pila de agua bendita. Aunque está rota, podemos apreciar las curvas del recipiente y el bloque de la parte trasera, que sería el que se encajaría con el muro», ha informado el alcalde Palanca. «El hecho de ser de alabastro, un material noble como el mármol y más fácil de trabajar, descarta que la pieza fuera utilizada como bebedero de animales o para aseo personal», añade el mandatario, al tiempo que apunta que puede ser «un fragmento de un edificio religioso». La piedra ha sido hallada aislada, sin estar conectada a un muro ni a una estructura ya que «formaba parte de los bolos que se colocan sobre la tierra para dar drenaje y estabilidad», ha divulgado Enric Palanca.

Por ello, la hipótesis hasta la fecha es que para construir la vivienda se reutilizaron materiales de un lugar cercano desconocido donde habría una iglesia o ermita en ruinas. «¿Formaría parte de la antigua ermita de Sant Josep de 1739?», lanza como idea el alcalde sobre esta pieza.