En pocos meses, la población de Albalat dels Sorells ya no estará dividida por la antigua N-340. La vía se convertirá en una calle más del pueblo, accesible con grandes aceras, árboles, bancos y demés mobiliario urbano a través de una gran reforma urbana cuyas obras se iniciarán en los próximos días.

Según el alcalde Nicolau Claramunt, "en esta obra se va a sustituir el antiguo sistema de colectores de fecales por unos más eficientes, también se va a construir un colector para recoger las aguas de lluvia que ayudará a evitar las inundaciones que se sufren en diferentes puntos, se sustituirá también las cañerías del agua y se instalarán tubos para telecomunicaciones".

El mandatario avanza que se trata de "un obra complicada porque implica a la dirección general de Territorio, que hará la parte externa; al Ayuntamiento de Albalat, que sustituirá cañerías, y a la empresa adjudicataria del servicio de agua, Global Omnium, que se encargará del suministro de aguas".

En la reunión informativa que convocó el ayuntamiento, los vecinos y vecinas asistentes pudieron ver el proyecto virtual y el acabado final, con aceras de más de cuatro metros de anchura, árboles, bancos, papeleras y demás mobiliario público. También en esta obra se pidió como mejora la sustitución de la luminaria actual por otra más eficiente y que sólo enfoque hacia la calle y no a las paredes.

Claramunt explica que "es un obra de cerca de un millón de euros que me comprometí a realizar, la he trabajado personalmente desde el inicio de la legislatura y, por fin, después de mucho tiempo y mucho trabajo, verá la luz. Con todo esto la calle mayor quedará como una gran avenida con grandes posibilidades de futuro".