Después de la reunión mantenida el año pasado, entre el embajador británico en España, Simon Manley, y el presidente de la Generalitat Valenciana, Ximo Puig, en el que se trató el tema del megacentro comercial y de ocio Puerto Mediterraneo, la Coordinadora per la Protecció de les Moles decidió contactar con la oficina de Compromís en el parlamento europeo, que dirige el exdiputado Jordi Sebastià, para denunciar la injerencia del Reino Unido en los asuntos propios de la Comunitat Valenciana.

Desde la oficina de Compromís se contactó con el grupo de los Verdes británicos, presentes en el Parlamento que decidieron tomar cartas en el asunto. La representante de los Verdes británicos, Molly Scott, envió una carta al Ministerio de Exteriores de su país criticando la injerencia del diplomático en asuntos que incumben a la soberanía de otros pueblos. La diputada verde le recuerda al máximo representante de la diplomacia británica que el proyecto comercial ya fue rechazado por "no ajustarse a ley" y "suponer un atentado contra el medio ambiente por incumplir todos los protocolos europeos de lucha contra el cambio climático". Scott pregunta también "¿porqué el representante del reino Unido en España respalda un proyecto cuyos efectos son indiscutiblemente negativos?".

La señora Molly Scott cuestiona "la legitimidad del comportamiento del embajador del Reino Unido", y muestra su curiosidad sobre la conversación mantenida entre el embajador y Puig: "me gustaría saber que le dijo Mr Manley a Ximo Puig sobre Puerto Mediterráneo".

En su misiva, la diputada denuncia que el representante británico en España defienda un proyecto que según los estudios "es incompatible con los objetivos climáticos ya que requeriría el uso de automóviles", 12 millones de vehículos al año según el promotor, lo que supondría que "cada año se expulsaría a la atmósfera 30.000 toneladas adicionales de CO2 como consecuencia de los desplazamientos en coche al centro comercial". La diputada ecologista también cuestiona "las oportunidades de empleo" argüidas por el promotor argumentando "que esta región en particular está muy saturada de centros comerciales y por consiguiente Puerto Mediterráneo tendría un impacto negativo sobre el empleo, porque afectará negativamente al pequeño comercio y a las grandes superficies ya implantadas".

Para concluir Molly Scott pregunta al jefe de la diplomacia británica "¿qué consecuencias va a tener este incidente y cómo piensa manejar esta situación para que no vuelva a ocurrir en un futuro una indebida participación de un embajador?"

Por su parte desde la Coordinadora per la Protecció de Les Moles han manifestado su malestar por esta segunda reunión y por la injerencia de un gobierno extranjero, y en breve extracomunitario también, en asuntos de los valencianos. El representante de los ecologistas espera que esta intervención no tenga ninguna repercusión en las decisiones del Consell, ya que si no "nos encontraríamos ante la foto (la de Manley y Puig) de la vergüenza. Una foto en la que nuestro gobierno decidió ceder su soberanía a corporaciones extranjeras". El portavoz ha ironizado recordándole al embajador británico que "Gibraltar queda un poco más al sur" y exigiéndole que se "meta en sus asuntos". Desde la Coordinadora también han querido parafrasear al Director General de Comercio, Natxo Costa, despidiéndose del señor Manley con un "Intu go home" en referencia al twit del responsable autonómico de comercio. "Es lo que pensamos una gran cantidad de ciudadanos de la comarca y más después de ver la injerencia de un gobierno extranjero en nuestros asuntos".